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Opinión

  • Nace un nuevo concepto: el espíritu del play off. Lo ha puesto a rodar el propio presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, cuando entre sus confesiones públicas de este miércoles lo ha empleado en una de sus frases: "Les he pedido a los jugadores que se van a quedar con nosotros que la próxima temporada juguemos, en cada partido, con el mismo espíritu del play off. Ir encuentro a encuentro, sin hablar de ascenso, pero con el objetivo claro".

    El titular del consejo de administración y sus asesores sacan conclusiones de lo que ha acontecido en este dantesco final de temporada. En un segundo Las Palmas dejó de ser equipo de Primera División para volver a la misma categoría. El duro traspié no ha nublado la vista ni ha borrado la memoria a los principales dirigentes del club. Se hace autocrítica sobre los motivos totales por los que la Unión Deportiva no logró el objetivo y hoy ha hablado de ello el presidente. La síntesis se resumiría en esa frase antes señalada y en la petición que realizó Ramírez a los futbolistas, que van a seguir en amplio número vinculados a la entidad, a los que se reclama una etapa de reflexión para que en el futuro aparquen los temas personales con objeto de situarse en galeras todos juntos, como hicieron frente al Sporting y Córdoba.

    Por ello, ahora el nuevo director deportivo Nicolás Rodríguez tiene que resolver la incógnita que daría en la clave del nuevo proyecto: ha de encontrar a ese entrenador que logre durante tantos meses hacer sentir a los jugadores la importancia que todos tienen en el grupo, tenerles enchufados con ‘espíritu de play off' y mantener enganchada a una afición que, lejos de desaparecer, expresa tras los sucesos del 22J su convicción de que de esta forma pronto la Primera División abrirá de nuevo un hueco al equipo de los cinco unidos.

    El modelo de juego da igual. Vale el fútbol directo, el bloque rocoso y el estilismo del toque-toque. Tampoco la reducción de presupuesto implicaría bajar el listón de lo pretendido. Lo más importante es la solidaridad y compromiso de la plantilla; y de ello puede estar a rebosar ahora mismo la Unión Deportiva. El play off no dejó sólo en la isla dolor y fatalismo; también coloca la primera semilla de lo que vendrá. El orgullo está a flor de piel, pero más aún las ganas de volver. El espíritu del play off es la llave y hay que emplearla 42 veces, al menos.

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