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Ortolá en el derbi, Carnevali en la Bombonera

  • EL OTRO PARTIDO
  • 16/11/2020 - 08:26
Ortolá en el derbi, Carnevali en la Bombonera

Manuel Borrego


Uno de los titulares de El Día, previo al encuentro disputado este pasado domingo en el Estadio de Gran Canaria, buscaba "el nuevo mito" blanquiazul en el derbi de nuestra Comunidad. Recordaban figuras como Beitia, Gilberto Yearwood, Lasaosa, Marioni ... hasta llegar a Alejandro Alfaro.


Porque lo que ocurre en el derbi queda para siempre. Nadie se imaginaba entonces que Adrián Ortolá iba a pasar a la eternidad del clásico canario. Lo hace de manera involuntaria, por una mala decisión que tuvo que adoptar en décimas de segundo y que resultó una fatalidad para su equipo y una alegría para el planeta UD Las Palmas. Mejor así.


Se lleva el meta todos los calificativos duros de la jornada, en una etapa de nuestra sociedad en la que el respeto brilla por su ausencia. Sólo bastaba ser protagonista de una escena dolorosa para que las dos aficiones carguen de distinta manera contra un mismo protagonista. A la dureza del momento, que debe superar con el arrope de sus compañeros, se unió la reacción popular en las redes sociales con o sin gracia carnavalera. Que si se convierte en el segundo portero goleador del derbi tras Nacho González (lanzador de penalties), que si fue un mal bloqueo de voleibol, que si le movieron la portería, ... Aunque también alcanza cuerpo de titular con calificaciones sobre su ‘cantada', ‘pifia' o la nueva denominación de la jugada: ‘Ortolada'. Ahí queda para siempre.


Todo se resumen a ese instante del minuto 48 y que obligará al portero alicantino durante los siguientes años de su existencia a explicar esa jugada. La memoria del derbi es eterna aunque la versión de los hechos irá cambiando en función de quién los cuente.


Fran Fernández fue muy duro en la exposición de ese momento, calificándolo de ‘no profesional'. Daniel Carnevali, el legendario arquero argentino de la UD Las Palmas, vivió una situación similar en su país y en la mismísima Bombonera. La jugada, tal como la describió en una entrevista a Tinta Amarilla, hará recordar que no hay portero que no esté condicionado por el error humano. Dijo lo siguiente:

 

"Tengo un mal recuerdo de un partido en el estadio de Boca, en un partido que disputé con Chacarita Juniors. Rechacé a una mano un disparo y el balón subió quince metros de altura y cayó en vertical hacia el larguero. Yo intenté de nuevo golpearlo para mandarlo al córner, con tan mala fortuna que calculé mal el salto y me quedé enganchado con el balón y la madera. Seguí cayendo y lo que hice fue empujar la pelota hacia mi portería. Fue un gol curioso pero no cambió en realidad el destino del partido. Perdimos 4-1".

 


Lo cierto es que ese balón del 1-0 en el reciente derbi fue diabólico. Un portero ha de adoptar una decisión inmediata. El balón de Rober cayó en vertical rozando el larguero y Ortolá, como aquel día Carnevali, saltó con leve anticipación quizá precipitado por el inminente riesgo del momento. Y el peligro se convirtió en drama para su equipo.


El tiempo se llevará qué tipo de partido se vivió, el juego que hicieron ambos equipos y hasta el sonido que no hubo en las gradas. Sólo quedará ese instante y hará visible el verdadero derbi, que como casi siempre fue una emocionante batalla entre dos equipos y poco fútbol.