Opinión

8 partidos para despejar la última incógnita

Manuel Borrego

 

Cinco de los ocho rivales que todavía están en agenda de la UD Las Palmas los tiene a sus espaldas en la clasificación. Los últimos 24 puntos en disputarse se resolverán en una secuencia frente a Sevilla, Celta, Girona, Real Sociedad, Mallorca, Betis, Cádiz y Alavés.

 

Marzo fue el peor mes de los amarillos a nivel de marcadores, que enlazado a dos resultados más de la última quincena de febrera dejan una estela de 2 puntos de los 18 recientes disputados.

 

Todo lo comentado vale para recordar que la obra de la permanencia está incompleta y que hay margen suficiente para resolverla sin necesidad de llamar al cardiólogo. Pero hay que ponerse otra vez mano a la obra.

 

Ya parecen archivadas las inquietudes mediáticas sobre Europa y el plan de abordaje a los seis primeros puestos de la clasificación. La realidad de la competición ha ido descubriendo nuevos datos sobre su dureza, de las limitaciones propias y de las cualidades durmientes de los conjuntos que aspiran a lo mismo o más que la plantilla de García Pimienta.

 

Las Palmas no puede contentarse con intuir que los 37 puntos actuales le bastan, como dijo recientemente el técnico del Athletic, Ernesto Valverde. La clasificación final es un todo; por eso pese a esta segunda vuelta más discreta (12 puntos en 11 partidos) aún permite a los amarillos otear el horizonte con serenidad. Esos 12 puntos son precisamente los que ahora le distancian de la primera de las tres celdas de condena. Su salvación lleva once partidos de adelanto, pero no hay razones para contentarse con ello.

 

Porque, además, hay dinámicas que pueden viajar de una a otra temporada. Se pudo comprobar en 2016-17, con una pésima segunda recta del calendario donde la UD Las Palmas solo sumó 14 puntos. Fue el inicio de una dinámica mala que no supo frenar en la campaña siguiente.

 

Hoy por hoy los 37 puntos son teóricamente insuficientes, hasta que se demuestre lo contrario. Y lo ya perdido es irrecuperable. Todo empieza de nuevo el 14 de abril en casa y ante el Sevilla, con algunas cuentas que quedaron pendientes. Aunque ese cantar es lo que menos importa.

 

Distraerse con asuntos que acaban diluyéndose por su condición de cortinas de humo no es un buen plan. Puntos son amores y no buenas razones.