Opinión

Diez partidos y la serenidad del cuerpo de bomberos

Manuel Borrego

 

Por algo fue conocido como el sabio de Hortaleza. Luis Aragonés tenía una colección de frases para comprender las entrañas de la profesión que primero conoció como jugador y más tarde como exitoso técnico. Una de ellas está asociada a la línea de meta de cada proyecto deportivo. Así de claro lo exponía: “Los objetivos se logran en las diez últimas jornadas”.

 

Precisamente ese es el número de partidos que resta a la Primera 2023-24, con un total de 30 puntos que dan para muchos cambios. Todo empieza frente a la UD Almería. Pero deben ir tan bien las cosas en la UD Las Palmas que durante una semana tan importante como la primera de la decena ni se ha abordado lo principal, porque se da por sentado.

 

Si no existe una polémica, se fabrica. Y si se observa a un incendiario en el horizonte, se le entrega un mechero y gasolina. La tentación es alta. Las fallas deportivas son, en sí mismas, una parte del espectáculo. Aunque es de agradecer la serenidad del cuerpo de bomberos para no apagar un fuego con más fuego.

 

El silencio (léase respeto y prudencia) siempre fue una virtud de la que no debe desprenderse un profesional tan responsable como Xavi García Pimienta. Su éxito en la UD Las Palmas ha pasado por la coherencia, por adivinar defectos y por reforzar las armas de un equipo que, siendo el más modesto de la Primera División, llega a la decena de partidos sin colmillos tras su cogote. Pero esto, parece que no se percibe ahora siendo la más valiosa conquista de este reciente trienio.

 

A diez jornadas del final parece olvidada la baja experiencia que tenían los amarillos de 2023-24 al inicio de la vigente temporada y también el condicionado componente económico de su actual plantilla. Eso parece que ya no tiene valor en la opinión generalizada. No lo tiene precisamente porque los Pimienta ‘boys’ han mostrado tal altura competitiva que durante estos días tres de ellos estaban en listas de la RFEF. O que aún esté Las Palmas ubicada en zona de especular con una final posición continental en caso de mejorar resultados. En los últimos 41 años estas sensaciones, a diez jornadas de un epílogo, no se experimentaban con tanta claridad.

 

En realidad, la UD Las Palmas sigue en plena travesía sin tocar la orilla, que es lo importante. Y apenas se ha hablado sobre la posibilidad de cruzar una frontera imaginaria de la salvación con una victoria sobre el Almería. Esa es la verdadera celebración de una campaña que no debería perder los criterios de sus cimientos, sino fortalecerlos.