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Opinión

Del "algo está pasando" al "algo ha pasado"

  • EL OTRO PARTIDO
  • 21/04/2024 - 09:59
Del "algo está pasando" al "algo ha pasado" La tarjeta roja a Coco frente al Sevilla, en el corte de un contragolpe hispalense (C. Torres)

Manuel Borrego

 

La mejor noticia del fin de semana es que el peor encuentro de esta temporada firmado por la UD Las Palmas, con una derrota 4-1 ante el nervioso Celta de Vigo, no tiene lesión clasificatoria grave.

 

Los 37 puntos en los que está anclado el equipo amarillo desde hace cinco jornadas siguen siendo una montaña de difícil acceso para el decimoctavo clasificado (Cádiz, 25) en las seis fechas finales del campeonato. Y eso es un colchón de tranquilidad -que no se lea inquietud- para resolver de una vez la primera de las campañas en el regreso a la élite.

 

Pero lo que ha venido ocurriendo en las últimas semanas no debe comprenderse como un fruto de una mala racha exclusiva o de hechos puntuales; no es así. Del “algo está pasando” que expresó García Pimienta cuando comenzaron los resultados adversos de la segunda vuelta, hemos de entender que “algo ha pasado”.

 

Todo empieza por el modelo defensivo -léase estilo de juego-. Las Palmas ha pasado de ser uno de los dos menos goleados del campeonato a presentar ya números que habría firmado el propio Paco Jémez en su etapa aciaga en 2017-18. Las Palmas se despertó este domingo con 22 goles encajados en 13 partidos disputados. Es la peor cifra (a falta de completarse la jornada) de cualquiera de los 20 competidores de Primera en este tramo.

 

El problema real no es el número, son las formas. El equipo no es ahora fiel al que con el balón se defendía: Abundantes pérdidas ante la presión y carreras de jugadores rivales en dirección a la portería de Valles o Escandell. Por ahí se explica el riesgo de las expulsiones de Valles y la rigurosa de Coco. Si hubiesen sido jugadas aisladas, pasarían inadvertidas. Pero el festival de contragolpes que firmó el titubeante Celta es el que cambia el color del piloto que advierte la gravedad de la amenaza.

 

En cualquier caso, no somos partidarios de un cambio de modelo, sino del perfeccionamiento del mismo. Eso lo han entendido los analistas de los equipos rivales que han encontrado un filón a espalda de los defensores amarillos. Hay que insistir en lo bien hecho y también corregir lo que no funciona. Y es evidente que los 21 disparos y llegadas del Celta delatan lo segundo.

 

Como decimos, hay que cambiar cuanto antes la dinámica de resultados, asegurar la permanencia y recuperar la partitura del juego que ha llevado a la UD Las Palmas hasta aquí. Porque una interrogante mayor siempre queda en el horizonte, donde estos males defensivos actuales han de morir en el verano sin posibilidad de cabalgar entre temporadas. Eso sí acabaría por arrebatar el sueño.