Opinión

El olvido involuntario de Pepe Mel

Manuel Borrego

 

Hay que agradecer a Pepe Mel su etapa en la UD Las Palmas. No logró el objetivo del ascenso, que podría tenerlo en el horizonte, pero cubrió una misión realmente loable con su conocida valentía para dar opciones a los jugadores de la cantera. Porque la UD Las Palmas sin la inyección de su propia sangre extravía los sentidos.

 

Hasta ahí, nada que objetar. Mel tuvo un descuido involuntario este domingo cuando recordó dos aspectos que sobresalen en el proyecto de Primera División del equipo amarillo, del que es partícipe porque fue el albañil técnico de sus cimientos. Recordó la cantidad de jugadores que hoy están consagrados en la máxima categoría y que tuvieron su inicio bajo su batuta. Y también decoró, con toda justicia, el trabajo del técnico de porteros José Esteban Yepes.

 

Los dos apuntes son absolutamente ciertos, incuestionables. Y es acertada la afirmación de que quizá no se pone en valor lo que Yepes está realizando en el club con un estilo de juego tan personalizado, donde el portero tiene un especial protagonismo. Por ello el ahora entrenador del Almería llegó a ensalzar a Álvaro Valles diciendo que es el Toni Kroos con guantes de la Liga española.

 

Destacando la labor de unos Mel no debe ocultar los aciertos de otros componentes del club grancanario que son tan valiosos como ellos. “El objetivo es importante; el camino lo es todo”. Esa frase escrita en el corazón de los montañeros lo describe.

 

Porque no fue fruto de una generación espontánea que Pedri, Kirian, Moleiro, Coco, Sergi Cardona, … o los mentados Josep Martínez, Alex Domínguez o Valles sean hoy una realidad al máximo nivel. En ese camino hacia Pepe Mel, García Pimienta o el mencionado Yepes hay una hilera de trabajo en la captación y formación, con Tonono Rodríguez como máximo responsable.

 

El olvido involuntario de Mel deja atrás a aquellas personas que apostaron por todos estos futbolistas y los que vienen en camino, desde los ojeadores, a los técnicos, instructores … hasta los cuidadores de la Casa Amarilla o el propio consejo de administración. El modesto club no acaba en una o dos personas; hay mucho cariño y pasión en el trayecto hacia el fútbol profesional que no puede quedar oculto.

 

El último peldaño es el más difícil, sin duda. En él estaba Pepe Mel, asumiendo el encargo de la entidad para moldear a los jugadores que despuntaban en la cadena. Su recordada labor en la UD Las Palmas hace real una frase del actual director deportivo del club, Luis Helguera, cuando habla del último acto de un proyecto: "Necesitamos un entrenador con capacidad y con cultura de fútbol base. Me refiero a un entrenador del primer equipo que dé oportunidad a los jugadores de la cantera. Porque de lo contrario se produce un corte y tendríamos un problema”.

 

Dicho queda.