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Opinión

Morir con estilo

  • EL OTRO PARTIDO
  • 19/10/2019 - 12:21
Morir con estilo Los jugadores del Cádiz corren a tapar la iniciativa de Viera (La Liga)

Manuel Borrego


Polémicas al margen, los datos son elocuentes:


Las Palmas tocó 720 veces el balón este viernes en el Carranza. El Cádiz, equipo local, lo jugó en 219 ocasiones.


Esta primera cifra lleva la segunda: Los ‘amarillos' de Mel dispusieron de un 77,3% de posesión frente a un escaso 22,7% del líder de la Segunda División A.


Y este nuevo registro lleva al tercero: El Cádiz lanzó tres veces a portería, mientras la UD intentó batir a Cifuentes en cinco ocasiones con lanzamientos bien ejecutados.


Cualquier lectura que se haga sobre lo ocurrido este viernes se olvidará porque al final se refleja el 2-0 en el marcador. El tiempo se tragará las sensaciones de cada equipo, las jugadas realizadas y hasta las decisiones de Ais Reig, que ha pasado a encabezar la lista de árbitros que jugadores de Las Palmas no quieren ver en sus agendas respectivas.


Pero es preferible morir con un estilo dominante, como el que empleó el equipo amarillo. Mel tiene razón en aplicar la autocrítica y exigir que el ritmo de balón sea aliado para desarmar a una defensa enterrada hasta las cejas. Por cierto, un estilo defensivo de juego donde Cala se siente muy cómodo. Porque otra cosa es correr para recuperar posiciones.


Al Cádiz sólo lo respaldan los resultados. Porque si optara por ese modelo arrinconado y obtuviera con ellos empates o derrotas, las gradas del Carranza serían su propio infierno. Y si Las Palmas optara a través de su historia a jugar de esta manera, salvo a hacerlo ante los grandes clubes del país, nos extrañaría que la afición del Estadio de Gran Canaria (otrora en el Insular) no acabara de uñas con sus jugadores, técnicos y gestores del proyecto.


La teoría es que un estilo con clase, sobre todo en equipos donde aparezcan futbolistas como Viera o Pedri, puede llevar a un equipo a un destino. El modelo del Cádiz es respetable, sobre todo porque sus jugadores están con la mentalidad de salir a toda velocidad desde el primer patadón. El criterio vertical es claro porque los de Alvaro Cervera colocan los cepos y el rival abre los espacios. Pero probablemente el tiempo y el estudio de los adversario descubrirá sus agujeros, que los tiene. Sólo la conquista del ascenso podría justificar que esos datos inicialmente ofrecidos y los partidos que desarrolla el Cádiz tengan sentido. Sin embargo, por el momento, todo resulta un contrasentido.