Opinión

El fino hilo que separa el éxito de la derrota

La UD Las Palmas ofreció en Sevilla su versión más ofensiva de la temporada, con 14 disparos aunque la misma nula producción que jornadas precedentes

Manuel Borrego

 

La única manera de evaluar la capacidad de ataque de la UD Las Palmas tras el primer ciclo de cinco encuentros no es sumando los goles obtenidos: 1 en 450 minutos. La producción es la más baja esperada, máximo cuando el único gol celebrado fue como consecuencia del penalti anotado por Jonathan Viera al Mallorca. Por cierto, el primer movimiento de marcador de la temporada en los partidos del equipo.

 

La herramienta para analizar el volumen ofensivo del equipo de García Pimienta está ahora en la cantidad de ocasiones generadas y los disparos a puerta rival (46) en esos primeros encuentros. Es el argumento al que se agarra el entrenador para valorar la salud del juego en campo rival. Ya saben: “Estaría preocupado si no creáramos ocasiones”, dijo antes de viajar a Sevilla.

 

Detrás de esas palabras en la víspera ocurrió que en el Sánchez Pizjuán los amarillos ofrecieron su mejor versión atacante de la campaña (14 lanzamientos hacia el portal de Dmitrovic), aunque la efectividad fuera la misma que en partidos precedentes. Esos 14 disparos (con o sin dirección a la jaula adversaria) superan los 5 frente al Mallorca, 7 ante el Valencia, 11 contra la Real Sociedad (en la gran tarde de Remiro) y 10 en Montilivi frente al Girona.

 

Y no es menos cierto que el Sevilla también fue un adversario muy ambicioso en sus intentos a la portería de Álvaro Valles, con un total de 26 lanzamientos hispalenses provocando 8 paradas del portero sevillano de la UD Las Palmas. De aquí que entre los disparos u ocasiones de unos y otros se presenciara un encuentro de alto nivel ofensivo este domingo, pero de baja calidad rematadora.

 

García Pimienta parece convencido de que el problema con el gol es un hecho transitorio porque va a quebrarse en cualquier momento, con un deshielo que también esperan los aficionados grancanarios. La perseverancia es buena consejera, pero ha de ir de la mano de la puntería.

 

A modo ilustrativo, estos son los datos de los jugadores que más veces han probado a la portería rival: Sandro (7 tiros en 348 minutos), Viera (6 disparos en 433 minutos), Munir (6 en 348 minutos), Sory Kaba (5 en 247 minutos), Pejiño (4 en 101 minutos), Loiodice (3 en 426 minutos y dos postes), Kirian (3 en 382 minutos), Javi Muñoz (2 en 213 minutos), Benito (2 en 55 minutos) y Perrone (2 en 53 minutos).

 

Están a cero otros jugadores llamados a tener presencia en ataque, precisamente porque no han debutado todavía: Cristian Herrera y Alberto Moleiro.

 

El gol es ahora un problema serio para resolver en un equipo que no puede bajar la bandera de la batalla. Ningún rival con el que se cruzó tuvo la sensación de superar a Las Palmas en el campo de juego, resolviéndose partidos por aquello que Sergio Kresic definió como “el fino hilo que separa el éxito de la derrota en el fútbol profesional”. Y eso toca: hilar fino.