Australia pide a la OMS una investigación rigurosa sobre la génesis del virus

DOMINGO, 19 DE ABRIL. En Australia, país eternamente previsor con plagas y epidemias, no están conformes con las explicaciones que se han dado sobre el origen del COVID19. La ministra de Asunto Exteriores australiana, Marise Payne, ha manifestado que su país exige la actuación de la Organización Mundial de la Salud para que realice una investigación global sobre la propagación del coronavirus.

 

Payne comparte "la preocupación" expresada por Estados Unidos sobre la actuación de la OMS en este asunto. Por eso quiere "llegar al fondo" sobre el origen del COVID19, porque hay que avanzar "en un contexto de transparencia (...) Transparencia desde China y desde todos los países del mundo".

 

Además, reclama que esa investigación sea "independiente para identificar la génesis del virus". Y también "debería examinar la interacción con la OMS y las medidas adoptadas con los dirigentes internacionales, entre ellos el régimen chino".

Mientras, al otro lado del Pacífico, Donald Trump volvió a insistir en que "China pudo detener el coronavirus, no lo hizo y ahora todo el mundo está sufriendo".

El presidente de Estados Unidos ha pronosticado ahora que las estimaciones llevan a su país a "60.000 fallecidos; es horrible. Especialmente cuando China pudo haberlo detenido".

Y se refirió también a los números oficiales del gigante asiático sobre los casos de la pandemia: "¿Quién puede creer en ellos?", preguntó Trump.