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"Les damos las gracias por hacernos felices"

La UD Las Palmas rinde homenaje a técnicos, jugadores, dirigentes y colaboradores del ascenso de 1996, que "está escrito con letras de oro en la historia del club"

  • 25 AÑOS DE UN AVE FÉNIX
  • 07/07/2021 - 15:22
"Les damos las gracias por hacernos felices" La familia de la UD Las Palmas de 1996, con miembros del actual consejo de administración, reunidos en La Marinera para conmemorar el 25 aniversario del ascenso (C. Torres)

Manuel Borrego

 

El de 1996, el ascenso de Segunda División B a Segunda A, no fue una gesta más en la historia de la UD Las Palmas. Sin duda no ha sido el peldaño más alto que el club ha logrado alcanzar, pero tuvo tal repercusión social en la isla que fue distinto a muchos otros momentos de gloria firmados en amarillo y azul.

 

Este miércoles, por impulso inicial del consejero Rafael Méndez (en nombre de Destilerías Arehucas, empresa que unida al corazón de la afición grancanaria), la Fundación de la UD Las Palmas reunió a los miembros de aquella generación en un almuerzo conmemorativo del vigésimo quinto aniversario. Asistieron al Restaurante La Marinera los miembros del cuerpo técnico encabezados por Pacuco Rosales y Juan Manuel Rodríguez, desde los asistentes Octavo García, el doctor Juan Suárez hasta Paquito Mayor, así como el presidente de aquel ciclo Adrián Déniz, consejeros y futbolistas que integraron el grupo que tocó cumbre el 22 de junio de 1996.

 

También se unieron otros miembros de relevancia de distintos años, como el expresidente Luis Sicilia García o el técnico Paco Castellano, así como los integrantes de la Asociación de Ex jugadores de la UD Las Palmas, encabezados por su presidente Roque Díaz.

 

Llegaron de la Península futobolistas como Eloy Jiménez, Axier Inchaurraga, Javier Espejo, Edu García o Vicente Fuensalida, de Tenerife el zaguero Toni y estuvieron presentes la mayoría de los que aún residen en Gran Canaria, con el capitán de la época Manolo López al frente.

Fue un encuentro muy emotivo que quedó inmortalizado en la firma de una barrica de la Casa Arehucas, un hecho ya tradicional en la empresa, que posee el mismo ‘documento' en otra pieza del 96 con los mismos protagonistas.


"Ustedes están en letras de oro en la historia de la UD Las Palmas", les dije en su intervención el presidente Miguel Angel Ramírez. En el acto íntimo, hubo primero un recuerdo para los que ya no están. Recibieron una emotiva ovación de los asistentes el masajista Ernesto Aparicio, los componentes directivos Domingo Bello y Domingo González, el auxiliar Manuel Galiana, el director deportivo de la época Pepe de la Rosa y José Merino, ejerciendo funciones de delegado de equipo.

 

"Recuerdo perfectamente aquellos días", precisó Miguel Angel Ramírez. "Recuerdo cómo vibró la ciudad. Lo viví como aficionado. Les damos las gracias por habernos hechos felices".


En una misma línea se expresó Rafael Méndez recordando que "muchas cosas cambian en 25 años. Una de ellas es que ustedes fueron miembros de la última generación que se alineaba con dorsales del 1 al 11", pero "no hemos olvidado lo que han hecho. Conmemoramos hoy aquí algo especial para la isla, para la ciudad, para todos nosotros. Ese ascenso fue algo fuera de serie", precisó.


Pacuco Rosales habló tras emocionarse, como en él es habitual. Extendió el agradecimiento a todos, con especial subrayado para el cuerpo técnico "con Juan Manuel Rodríguez, Octavio García, Ernesto Aparicio, Pepe de la Rosa, ...". Y revivió el intento de su relevo, antes de la liguilla. "Pero aquello nos unió más, los jugadores pelearon más. Y, como dijo en su momento Manolo López, lo hicieron por Gran Canaria".


Adrián Déniz, presidente de la época, otorgó todo el mérito a los "grandes futbolistas, técnicos y componentes del club" que estuvieron en aquella época. Y deseó que "la nueva Unión Deportiva vuelva a ser el equipo de la ilusión y del futuro de Gran Canaria".

 

Manolo López, en representación de los futbolistas, relató a los asistentes que la clave de aquel éxito era "el haber reunido un equipo humano extraordinario que se desvivió por unos colores".

25 años después, salvo canas y algunas tallas de más, se reunieron para comprobar que siguen de alguna manera siendo los mismos que amaron a la Unión Deportiva.

 

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