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La UD cazó un Puma en agosto del 75

El 8 de agosto de aquel año la prensa de Buenos Aires avanzaba el fichaje de Carlos Morete por la UD Las Palmas

  • AMARILLOS DE SIEMPRE
  • 08/08/2020 - 06:52
La UD cazó un Puma en agosto del 75 Morete firma el contrato, en presencia de Aragón Cabrera y Ley Duarte (N. Rodríguez)

Manuel Borrego


El 8 de agosto de 1975 los medios informativos de Buenos Aires avanzaban la marcha del goleador Carlos Manuel Morete al fútbol español, con un traspaso a la Unión Deportiva Las Palmas. Allí ya estaban otros compañeros suyos de selección, como Carnevali y Wolff. Fue aquella una noticia de impacto que llenó titulares en las dos orillas del Atlántico. Hasta la capital argentina había viajado el secretario técnico de la UD Las Palmas, Jesús García Panasco, para cerrar la operación en negociaciones directas con el presidente del club millonario, Rafael Aragón Cabrera. En la capital ya se encontraba sondeando el mercado Antonio Betancor, que había generado una ruta para esos extraordinarios fichajes del club grancanario.


Todo quedó cerrado entonces aunque Morete no podía abandonar el país, porque todavía River Plate estaba en competición. Había, además, dos asuntos que ocupaban a los medios del momento. Las preguntas que la UD Las Palmas también realizaba porque el nombre de Miguel Brindisi, líder de Huracán, ya estaba en la agenda del club isleño. Y porque había en Argentina un problema económico que alcanzaba al gremio de jugadores, dispuestos a una huelga en ese mes de agosto, invierno en el Cono Sur de América.


Morete tenía un objetivo con sus compañeros de equipo: conquistar un título que acabara con una sequía de éxitos de River Plate, que desde 1957 impedía una gran celebración a su hinchada. Ocurrió el día 17, con una victoria 2-0 en la que jugadores de la cantera del club cubrieron ese vacío de los profesionales. Pero Morete, junto a Ubaldo Fillol, Pinino Mas, Perfumo, Beto Alonso y compañía pudieron cantar el alirón del Campeonato Metropolitano que tanto había deseado. Angel Labruna fue el gestor técnico de aquel éxito riverplatense.


Liberado ya de ese compromiso, Morete pudo viajar a España para firmar su contrato con la UD Las Palmas el 27 de agosto, acompañado por el mismísimo Aragón Cabrera. Fue recibido por el presidente Atilio Ley Duarte y, de inmediato, se puso a las órdenes de Heriberto Herrera con sus nuevos compañeros de la UD Las Palmas.


El fichaje del Puma desató entonces una oleada de entusiasmo. Se destacó que fue el traspaso más caro hasta el momento firmado por la UD Las Palmas y se subrayaba sus cualidades goleadoras más recientes. Con 24 tantos fue el segundo máximo realizador del campeonato argentino, por detrás de Héctor Scotta (32, San Lorenzo) y por delante de Mario Alberto Kempes (22, Rosario Central). Los tres coincidirían luego en la Liga de Primera División porque Scotta fue traspasado al Sevilla y Kempes, al Valencia.


Morete era un deseo de la secretaría técnica de la UD Las Palmas, sin duda; aunque también se había fijado en aquella época en el goleador del Peñarol de Montevideo, Fernando Morena. Sin embargo, las circunstancias económicas no se alinearon para su fichaje como sí ocurrió con el ariete argentino. Las Palmas tuvo la virtud de estar atenta a esa fragilidad para captar a una gran figura, como también antes había ocurrido con el propio Quique Wolff del mismo River.


Morete tardó cinco jornadas en aclimatarse al fútbol español, en la que era su primera experiencia profesional fuera de Argentina. Pero el 18 de octubre de aquel año, en las redes del Real Zaragoza, llegaron sus primeros goles con el nuevo equipo. Y desde entonces, el Puma eliminó la incertidumbre y desató su potencial con un total de 99 tantos y múltiples alegrías para la afición grancanaria, final de Copa incluida. Todavía hoy, al pasar por Pío XII, los ecos de aquellos goles suyos aún se escuchan.