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Efemérides

Cuatro años sin la delicadeza del Flaco

  • AMARILLOS DE SIEMPRE
  • 08/05/2020 - 12:00
Cuatro años sin la delicadeza del Flaco Valerón, con un emocionado Tino Escachao, el 8 de mayo de 2016 en el momento de su despedida (C. Torres)

Manuel Borrego


Sucedió un 8 de mayo, en 2016. Ese día, penúltima jornada del campeonato de Primera, un sueño se hizo realidad. Aquel Juan Carlos Valerón que casi de niño, con apenas 20 años, se estrenaba en Segunda B con la UD Las Palmas lograba cerrar su ciclo profesional en Primera División y de amarillo. Valerón dejó las cosas en su sitio y, con 40 abriles, colgaba sus botas recibiendo el cariño de una afición que nunca se olvidó de su fútbol delicado y de alta escuela. Y se fue a casa después de liderar a su equipo con el brazalete de capitán y con una permanencia ya conquistada de manera anticipada.


Se cumplen cuatro años de la despedida del Flaco ante el Athletic Club. Cuando Quique Setién decidió su relevo en el minuto 70 se paró el tiempo en el Estadio de Gran Canaria. Nunca antes allí se había vivido una escena similar. Con el partido en curso, hasta los jugadores del Athletic se reunieron para aplaudir a un jugador tan admirado, que había dejado su mejor aroma futbolístico con el Deportivo de La Coruña.

 


Se desató en el Estadio un merecido homenaje, otra celebración ahora individual como la de un año antes había sido la del ascenso. El último contacto con el balón que iba a ser acariciado por él como profesional se produjo así en la isla y con el equipo de su maternidad deportiva.

 

Dejó atrás sus éxitos profesionales y se recordará como el primer jugador canario que marcó un gol en la fase final de la Copa del Mundo (2002, Gwangju, frente a Eslovenia).


Marcó también de amarillo en Segunda B y Segunda División, pero no pudo hacerlo en Primera porque apenas disputó 13 encuentros en la máxima categoría con el equipo de su inicio y fin.

 

Cuatro años sin Valerón parecen muchos. Desde entonces también muchas cosas han cambiado, aunque no su apego al amarillo, a Gran Canaria y a la afición de la UD Las Palmas. A un jugador así siempre se le echará de menos.