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1-1: Pejiño salva la tarde imitando a Santillana

El atacante barbateño anota un gran gol de cabeza, en un partido antipático que el Granada 'ensució' con su fútbol rácano, duro y defensivo

  • CRÓNICAS
  • 03/02/2024 - 17:19
1-1: Pejiño salva la tarde imitando a Santillana La celebración de Pejiño, tras su gol en Los Cármenes (La Liga)

Manuel Borrego

 

Un punto más para la UD Las Palmas; en realidad, dos menos por los méritos acumulados en Granada, donde este sábado hubo empate (1-1). Los grancanarios dominaron casi de principio a fin a un rival que jugó desde el minuto 17 con uno menos, logró ponerse por delante en el marcador, apeló a la veteranía de su portero Batalla y se alió con la mala puntería de los delanteros visitantes.

 

Las Palmas tuvo que soportar un partido antipático de su rival, que a estas alturas del campeonato tiene aroma a Segunda División. Pero Pejiño salvó la tarde para los amarillos con un magnífico testarazo, quizá la fórmula menos esperada en el modelo de la actual UD.

 

En sus consultas no había encontrado García Pimienta argumentos para modificar el once que recibió al Real Madrid, salvo la obligación de disponer de una pieza de recambio al sancionado Javi Muñoz. Ese jugador fue el galo Enzo Loiodice, cuya última titularidad en la Liga se registraba en el partido frente al Athletic (28 de diciembre), entonces como relevo de Kirian.

 

El encuentro estaba empezando a desperezarse cuando Sandro tuvo una ocasión para mover el tanteador inicial. A los 5 minutos, los amarillos forzaron un error en el pase a Villar, que de forma involuntaria envió el balón hacia la posición del ariete amarillo. Sandro recorrió en vertical todo el campo y disparó con la izquierda, encontrando el cuerpo del portero Batalla.

 

El portero argentino tendría más trabajo en los siguientes minutos, con otros dos disparos de Sandro y Moleiro que logró retener desde su posición. Apenas habían pasado 15 minutos y era Las Palmas el equipo que tenía más presencia en el área de su oponente. Un tercer rechazo del ex arquero de River llegó dos minutos más tarde a disparo de Loiodice, de volea a la salida de un córner.

 

A los 17 minutos se produjo un momento de perplejidad cuando Piatkowski derribó a Munir, que se dirigía como más avanzado hacia la posición del meta Batalla. El colegiado señaló la falta y mostró tarjeta amarilla, pero seis minutos después -a instancias de su colega Pizarro, en sala VAR- sacó la roja de su bolsillo y envió a la ducha al zaguero polaco.

 

Las Palmas se tiró al cuello de su rival y en el minuto 25 el poste salvó al Granada tras un chut de Kirian. El balón golpeó la base de la madera y se paseó cerca de la línea de gol sin un segundo rematador que diera el tiro de gracia.

 

El Granada tuvo que elevar el nivel de contacto, arriesgando en las constantes faltas, para intentar frenar a un rival que manejaba todo el partido menos el gol. El siguiente intento visitante fue de Sergi Cardona, con un disparo con la diestra que se fue elevando a medida que se acercaba a la portería.

 

En un córner, a los 39 minutos, se aproximó el Granada por vez primera. Pero Ignasi Miquel no encontró portería con un forzado remate de espaldas. Y sacó petróleo antes del descanso en una falta desde el centro del campo que Bruno Méndez convirtió en gol, aprovechando cierta pasividad en la defensa del primer pelotazo.

 

Si el partido lo afeaba el Granada sin el gol, empeoró tras el sorprendente 1-0. Los jugadores del equipo andaluz no querían que el balón se moviera y ‘ensuciaron’ el juego con bruscas acciones, constantes golpes a los ingenieros del juego isleño. Incluso Villar llegó a agredir con un codazo a Sandro, con el casi visto bueno arbitral dejando en amarilla lo que debió ser de color rojo.

 

En ese tenso ambiente se llegó al descanso, antes de que el Granada saliera al campo para convertir su área en una jaula rodeada de barrotes rojos y blancos. Las Palmas elevó el control del balón, pero no lograba taladrar el muro granadino.

 

El 1-1 llegó posiblemente con la fórmula final menos esperada. La jugada sí, con larga combinación con una conexión por la izquierda. Sergi Cardona cuelga con cariño el balón al área y allí, Pejiño, marca como Santillana (legendario rematador del Real Madrid), con un potente salto, permanencia suspendido en el aire y giro de cuello impecable.

 

El colegiado anuló un gol a Uzuni por claro fuera de juego inicial, en el minuto 72. Esa era una señal del riesgo que asumía Las Palmas en la búsqueda de la victoria, porque no le complacía el punto ya recuperado. De nuevo Batalla firmó otra parada a duro disparo de Loiodice, en el minuto 76.

 

El partido enloqueció en los minutos finales, con un rival que apelaba a la inspiración de Uzuni. Pero Las Palmas no encontró el segundo tanto que buscó hasta el minuto 95. Un punto más, una jornada menos.

 

Alineaciones:

 

Granada: Batalla, Ricard, Bruno Méndez, Piatkowski, Carlos Neva, Sergio Ruiz, Gonzalo Villar (Maouassa, 62), Hongla (Gumbau, 91), Melendo (Miquel, 23), Pellistri (Corbeanu, 62) y Arezo (Uzuni, 46)

 

Las Palmas: Álvaro Valles, Marvin Park (Coco, 90), Alex Suárez, Mármol, Sergi Cardona, Perrone (Pejiño, 62), Loiodice (Fabio, 90), Kirian, Moleiro, Sandro (Sory Kaba, 80) y Munir (Cristian Herrera, 62)

 

Goles: 1-0, m. 42. Falta lejana que saca Sergio Ruiz, colgando el balón hacia el área. Allí Bruno Méndez controla con el pecho y remata raso, sorprendiendo a Valles. 1-1, m. 67. Jugada trenzada de los amarillos, con pase profundo a Sergi Cardona cuyo centro, con la testa, lo remata cruzado Fran Pejiño.

 

Árbitro: Mateo Busquets Ferrer (Colegio Balear). Amarillas a Batalla, Arezo, Villar, Carlos Neva (Granada), Sandro, Loiodice y Marvin Park (Las Palmas). Roja directa a Piatkowski (Granada), en el minuto 20. Roja a Aarón Escandell (Las Palmas, m. 70) por protestas en el banquillo.

 

Pormenores: Partido de la 23ª jornada del campeonato de Liga de Primera División, disputado en el estadio de Los Cármenes. Los jugadores de la UD Las Palmas lucieron brazaletes de luto en memoria del ex presidente del Gobierno de Canarias, Lorenzo Olarte Cullen.

 

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