La previa

La UD no está para milongas

 Manuel Borrego

 

¡Menuda semanita lleva la UD Las Palmas con sus recientes equipos rivales!. Se ha sumado a los debates el Rayo Vallecano, con su presidente Martín Presa a la cabeza. Que si están en desventaja en el descanso, que si viajes con llegada de madrugada, que si algunos se han ido a la CAF, que si el partido lo han preparado solo en análisis y videos, que si patatín y patatán … ¿Y se lo vienen a decir a un equipo canario, con el eterno hándicap de situaciones similares vividas además recientemente?.

 

Si hablara Rubén Fontes, actual delegado del conjunto amarillo, podría explicar a los rayistas las aventuras y desventuras de las apreturas de calendario, de los desplazamientos, de las centenas de miles de kilómetros anuales y las eternas horas de vuelos, aeropuertos, retrasos, desplazamientos adicionales por carretera en la Península, regresos a la isla a altas horas de la madrugada … Solo ha faltado que los entrenamientos se realicen en los aviones o guaguas para aprovechar el tiempo que siempre falta. Que no; que la UD no está para milongas. La competición es la que es y del mes de enero ya se sabía que venía apretado para aquellos que siguieran en la Copa.

 

Nada nuevo en el horizonte y lo que toca es disputar este sábado un encuentro en Vallecas, ese campo tan difícil históricamente para los grancanarios que lograron abordar solo en cuatro ocasiones. Y ya se cumplen dos décadas desde la última de ellas, con goles de Mariano Bogliacino y Rubén Castro (1-2).

 

Excusas al margen, los puntos están en juego y para el conjunto de García Pimienta se presenta una posibilidad para rebasar la barrera de los 30 y seguir en la escalada reiniciada con el contundente 3-0 al Villarreal. Ese partido ha dado pocos motivos al entrenador García Pimienta para alterar la formación titular que torpedeó al Submarino. Los once actores están en convocatoria, aunque la principal incógnita previa sea saber si Juanma Herzog mantendrá su puesto de combate en el once de la Liga. Por lo presenciado una semana atrás no hay motivo que para que no sea así.

 

En ese ambiente previo, un rival que saldrá al campo a darlo todo y sin querer demostrar que de ‘lo dicho no hay ná’. Porque el balón no entiende de coartadas.