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Así fue el nacimiento de la mascota oficial

Un símbolo Pío-Pío junto a la UD desde 1994

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  • 24/12/2021 - 19:52
Un símbolo Pío-Pío junto a la UD desde 1994 El diseño original de la mascota Pío Pío, ganadora del concurso de 1995. Las otras propuestas de podio (Pichichi y Pintadero) y dos de las nuevas versiones

Manuel Borrego

 

Recordábamos en el reportaje retrospectivo sobre la figura de Fernando El Bandera que aquel singular aficionado de la UD Las Palmas tuvo una original ocurrencia en un derbi canario disputado en el Heliodoro en los años ochenta. Fernando González, fallecido en 2003, era un acompañante habitual en los desplazamientos del equipo amarillo. Se costeaba sus propios gastos con pruebas de fidelidad y entusiasmo reconocidas, sorportando 'vientos y mareas'. Y en una ocasión debió padecer en las gradas comentarios grupales propios de la rivalidad insular, algunos muy incómodos. Fue entonces cuando se le ocurrió una respuesta improvisada por él y destinada a la afición blanquiazul en el Rodríguez López: A cada comentario, El Bandera respondía con un ‘pío-pío’ a toque de trompeta.

 

Y así, sin patentar tan ilustrativo estribillo o mensaje, acabó por llevar más tarde ese misma voz de aliento al Estadio Insular, por la zona de Naciente donde habitualmente se ubicaba. Y de ahí pasó a todos los rincones del Planeta fútbol ... incluso por el Pío Pío Palace (Centro Insular de Deportes), que se apoderó de la idea para animar también al Gran Canaria de baloncesto

Pío Pío es ya inmortal. E, incluso, años después se convirtió en el nombre de la actual mascota de la UD Las Palmas, que desde diciembre de 1994 acompaña a los jugadores amarillos en sus encuentros disputados en el Estadio Insular y ahora el Estadio de Gran Canaria. El simpático ‘jugador’ número doce amarillo (que ahora porta el 99) está cumpliendo en 2021-22 su vigesimoséptima temporada al lado del equipillo, mostrando en la actualidad su versión 4.0 por decisiones de rediseño de los respectivos consejos de administración.

 

Los orígenes

 

La génesis del nacimiento de la mascota del club representativo grancanario se localiza en el inicio de la temporada 1993-94, ya inmersa la UD Las Palmas en la etapa de SAD y con su primer equipo sumergido en la Segunda División B.

 

Los promotores de la idea fueron los integrantes del denominado Colectivo Pa’Primera, un grupo de emprendedores y empresarios que apoyaba al joven consejo de administración del club en el difícil andar en la división de bronce. Tenían sus iniciativas y la UD Las Palmas ‘viajaba’ de la mano con ellos.

El grupo activó un concurso creativo y en abierto para definir la mascota que identificara al equipo, aún sin señalar entonces su nombre. Y en la etapa de la presidencia de Fernando Arencibia Hernández se reunió un jurado compuesto por miembros del propio Colectivo Pa’Primera y otras personalidades de la vida social grancanaria, que debían analizar las distintas propuestas.

 

Resultó ganador el diseño firmado por José María Rodríguez Sansó, que además aportó a la mascota el nombre Pío-Pío con el que iba a conocerse. Otros dos diseños (Pintadero y Pichichi) lo escoltaron en el simbólico podio de tan singular elección.

 

Rodríguez Sansó, además, fue sensible con la causa en la que estaba inmersa la UD Las Palmas y renunció por ello a las 100.000 pesetas de la época (600 euros actuales) que tenía como dote el primer premio del concurso. Esa cantidad sirvió para gastos corrientes del propio club.

El debut de Pío Pío se produjo en un partido de Segunda División B frente al Corralejo (2-0), a comienzos de diciembre de 1994. Y desde entonces ha sido un habitual en los encuentros oficiales de la entidad, acompañado o no por grupos de chicas que lo acompañaban en sus actuaciones.

 

El primer Pío-Pío era redondo como un balón, representaba a un canario (pájaro), tenía alas estáticas y las manos de la persona que le daba vida no poseían movilidad exterior. Su primera alegría fue el ascenso a Segunda División de 1996, de la mano técnica entonces de Pacuco Rosales. Los siguientes fueron en 2000 (a Primera), 2006 (a Segunda A) y 2015 (a Primera también).

En 1998, inmerso en una breve polémica, se produjo su primer cambio físico. Las alas cobraron ‘vida’ con las manos, más liberado también para dar saltos y carreras, además de un su rostro que causó cierta polémica al tener una expresión enfado que no reflejaba correspondencia con su antecesor. Esa segunda versión de la mascota acabó en el hospital. Tenía mayor agilidad y en una exhibición como portero, en el descanso de un encuentro, acabó golpeándose de forma accidental con un poste de la grada Naciente. Abandonó el recinto en camilla y durante un tiempo se abrió un paréntesis hasta su regreso.

 

Porque la mascota de la Unión Deportiva tiene sus propias anécdotas. Incluso intentaron ‘arrancarle’ la cabeza en uno derbi en el Estadio de Gran Canaria. La polémica con el blanquiazul Raúl Cámara saltó a nivel nacional.

Con los años, cambios de protagonistas humanos y nuevos rediseños Pío Pío sigue con la misma esencia de sus orígenes. Y, como el propio equipo, gana, pierde, llora, ríe, … ganando afecto por sus originales ocurrencias.

 

Galería de fotos

El diseño original de la mascota Pío Pío, ganadora del concurso de 1995. Las otras propuestas de podio (Pichichi y Pintadero) y dos de las nuevas versiones

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