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Opinión

Generación 2000: Hay vida en el Planeta

  • ENTRE BASTIDORES
  • 11/05/2021 - 10:02
Generación 2000: Hay vida en el Planeta Última formación del DH juvenil de la UD Las Palmas (C. Torres)

Manuel Borrego


Cuestionaba Miguel Ríos en una de sus célebres canciones de los ochenta que si tras el año 2000 "simplemente no habrá vida en el Planeta". Aquella inquietud suya, que podríamos trasladar ahora al planeta UD Las Palmas, no parece tener tanto misterio como él transmitía cuando el nuevo siglo ya se acerca a su primera fracción de cuatro tramos.

 

El club grancanario está inmerso en un replanteamiento general que desemboca en su primera plantilla tras el descenso de 2018 y el desgaste sin el premio del retorno a Primera de 2019. ¡Y qué decir con las secuelas que deja a todos los niveles la pandemia de 2000!. El equipo bandera de la UD Las Palmas está "en un proceso de reconversión adecuado a los tiempos actuales. Lo empezamos esta temporada y todavía se verá en la próxima plantilla. El proceso no ha terminado, pero estamos muy esperanzados", admite a Tinta Amarilla una voz autorizada en la organización del primer equipo.

 

Porque ya asoman la cabeza los chicos de la generación de 2000. 0, mejor, de 2000 en adelante. Y es un aval ampliable para aquellos nacidos en las últimas curvas de los noventa. Hay una labor de captación y formación que no cesa y con frutos anticipados incluso (el de Pedri González es el más evidente) y otros que están cada día más cerca. Algunos, convocados incluso en el primer equipo.

 

Hay una colección de nombres rondando en Las Palmas Atlético y también Las Palmas C. Y un juvenil que, de la mano de Raúl Martín, ha dejado en el camino una colección de momentos satisfactorios. Lo había pronosticado Suso Hernández al hablar de hornadas de canteranos para los próximos años que invitaban al optimismo.

 

Todo ello se tiene que fraguar, evidentemente, en hechos. Pero los indicios hablan de una vida en el Planeta UD Las Palmas cargada de salud (porvenir), con una apuesta constante hacia el fútbol formativo pese a que no es menos cierto que el balompié en general en las islas está en momentos delicados en cuanto a cantidad, que no a calidad. La desaparición de equipos y clubes, la baja apuesta general por la emergencia de nuevos jugadores y, cómo no, otra vez la pandemia son elementos saboteadores de una inversión por esta joven generación.


La vocación de equipo impulsor de cantera de la UD Las Palmas no ha cesado. Nos referimos a la idea de club, siempre dispuesto a tener una puerta abierta para los jugadores que brotan y pueden llegar al fútbol profesional. En su primera plantilla actual los hay que han logrado ganarse un papel y otros que parecen estar malogrando la oportunidad. De todo hay. Por eso es también importante que se mantenga la estructura de los escalones de la entidad en competiciones nacionales. La salvación de Las Palmas Atlético en las competiciones RFEF es ahora una prioridad, porque incide también directamente en el siempre fértil Vitamina C.

 

A diferencia de Tenerife, aquí no hay debate sobre el crédito que deja el buen trabajo de Tonono Rodríguez y toda su gente. Ellos son los ‘culpables' de la Generación de 2000 proyecten soluciones a un club cuya función final es que los frutos maduros tengan presencia y constancia. Una cosa es hacerlos debutar y otra distinta consolidarlos.

 

El primer acto del trabajo de cantera es un acto de fe.