Publicidad

Siro Darino

"Cuando llegué a Getafe pensaban que medía 1.80 y era defensa"

El ex jugador de la UD Las Palmas nos cuenta su fichaje hace quince años por el club madrileño, el primero en España hasta llegar a Gran Canaria: "aquí eché el ancla y no me sacan ni con agua caliente"

  • AMARILLOS DE SIEMPRE
  • 12/10/2015 - 10:59

Manuel Borrego

La de Siro Darino (San Carlos de Bolivar, 1 de septiembre de 1976) es una historia de reivindicación constante. Cuando él la cuenta siempre la narra abriendo puertas. "Fui un deportista honesto en el terreno de juego", recuerda en sus declaraciones a Tinta Amarilla ahora que se aproxima un partido con muchas señas de identidad para él. "Porque lo dejé todo en el campo en los equipos donde jugué. Hacerlo así me permitió llegar hasta la Unión Deportiva Las Palmas. Y aquí encontré en el fútbol lo que estaba buscando y también en la vida. Eché el ancla en Gran Canaria y de aquí no me sacan ni con agua caliente".

La constante apertura de barreras se inició para Darino en España hace quince años. Y fue precisamente el Getafe, rival del próximo domingo de los amarillos, el club que le dio la oportunidad militando en la Segunda División A de la campaña 2000-01. Todo surgió por una serie de casualidades enlazadas. Empezaron en el propio Getafe, tras un año de ascenso a Primera División de la UD Las Palmas y de convulsiones internas en la categoría de plata. El Getafe había quedado en posiciones de descenso, pero la fortuna le hizo un guiño porque la caída del Atlético de Madrid a Segunda A obligó a que su filial (17º) se marchara a Segunda B. Este hecho permitió la salvación vía administrativa de los getafeños. No fue el único club que lo logró: la desaparición del Mérida (6º) salvó también al Recreativo.

Así que, a toda máquina, el Getafe recompuso su plantilla en el verano para seguir en Segunda A. "Entonces, una mañana, me llamaron y me dijeron: ¿Quieres jugar en España?. Yo terminaba contrato en Primera de Argentina con Gimnasia y Esgrima de la Plata (le dirigió el mítico Carlos Timoteo Griguol y más tarde el uruguayo Gregorio Pérez) y no tenía claro mi futuro. Por la tarde de ese mismo día ya estaba volando a Madrid sin tener ni idea qué era Getafe o dónde estaba". Pero no era único dubitativo: "Cuando llegué también me percaté de que en Getafe no sabían quién era yo, pensaban que medía 1.80 y era defensa central. Todo surgió así de rápido pero, por suerte, fue un gran año en lo personal". Aunque admite que "francamente, cuando llegué a España no sabía dónde estaba. Pero con el paso de los meses comprendí que había sido un acierto venir porque conocí bien cómo era el fútbol español y lo que tenía que hacer para quedarme más tiempo".

La mejor Segunda de la historia

En aquel momento "ni me imagina dónde iba a llegar el Getafe en el fútbol español" ni tampoco "cuál iba a ser mi trayectoria en el nuevo país. Además, me di cuenta que Madrid es una selva, era uno más y el trato muy diferente a lo que iba a conocer en España. Vine desde Argentina con mi mujer -su segundo hijo es madrileño- e hicimos una vida de comienzo en el país. Pero a nivel profesional", matiza, "me fue muy bien porque jugué casi todos los partidos y, aunque el equipo descendió aquel año, me permitió que otros clubes se fijaran en mí y así pude ir a Getafe". Recuerda que "esa temporada fue la mejor de la historia del fútbol español. Ascendieron Sevilla, Betis y Tenerife mientras el Atlético de Madrid tuvo que esperar un año más para volver a Primera. Fue una campaña muy dura para todos los equipos".

El destino quiso que en el segundo encuentro en España, Darino marcara el gol de la victoria de su equipo frente al Universidad -club vinculado a la UD Las Palmas y única temporada en Segunda División-. "Lo que son las cosas, a la vuelta de la vida. Marqué el tanto en Maspalomas, a Moisés, en la segunda parte y fue el único aquella temporada. No sabía que Gran Canaria iba a ser mi destino final. Lo que había visto me había gustado".

El Getafe no pudo salvar la categoría. "Había poco dinero, un proyecto muy discreto y a mitad de temporada se vendió el club". Y aunque era deseo del Getafe renovarle, el Hércules le llamó a filas para jugar una temporada bajo la dirección inicial de Álvaro Pérez. "El hacer las cosas bien en Alicante me abrió las puertas de venir al Universidad tres temporadas, con David Amaral al comienzo". Darino ya era entonces conocido en la isla. Su fútbol aguerrido y polivalente encajaba en los planes de la Unión Deportiva Las Palmas que iniciaba su reconstrucción desde las profundidades de la era concursal. Había transcurrido un lustro en España cuando, al fin, descubrió el gran destino que le esperaba en el largo viaje.

2005-06: la mejor decisión, el mejor año

"Hacerlo bien en el Universidad me siguió abriendo puertas. Decidí jugar en la Unión Deportiva por muchas razones que no tienen nada que ver con el dinero, porque en el Universidad ganaba más". Sin embargo, todo lo que había comprendido en ese periodo lo iba a poner en práctica de amarillo, el color que ha llenado su vida. "Al principio, por el asunto del concurso de acreedores, la UD Las Palmas no podía fichar futbolistas pero en mi caso se permitió una vez se resolvió el asunto. Vine porque ya conocía bien su historia y lo importante que era ayudar al equipo y todo lo que estaba detrás empujando".

Se ilusionó Darino y "ese 2005-06 fue el mejor año de mi carrera profesional, que acabó con el ascenso a Segunda División. Fue una campaña difícil, dura, pero tuvo un final espectacular. Lo demás que pasó en la Unión Deportiva Las Palmas hasta mi retirada fue muy lindo. Esa decisión (aceptar la oferta de Las Palmas) fue un punto de inflexión en mi vida. Aún sigo recibiendo el cariño de la gente, porque saben lo importante que fue todo aquello para el club y para nosotros mismos. En el equipo tuve mejores y peores momentos, pero lo que todo el mundo comprendió es que mi labor en el campo de juego fue honesta. En Las Palmas aprendí y disfruté".

La UD Las Palmas, en Primera

Ahora, Darino está alejado del fútbol aunque nunca quita el ojo al equipo con el que ha quedado enlazado de por vida. La Unión Deportiva (también el Getafe) está en una situación diferente a cómo él la encontró: saneada en lo económico y en Primera. Hay mucho trabajo por delante. "Lo primero que puedo decir del momento actual", finaliza, "es que me gustan muchas cosas del equipo. Pero falta algo y es que hasta ahora no hemos ganado los partidos que deberíamos ganar. Está muy bien la imagen que ha ofrecido frente al Atlético de Madrid, el Barcelona o el haber vencido al Sevilla. Todo eso es un buen indicador; pero no está completo porque no vencimos a los equipos de nuestra Liga. Si no lo hace, tendrá problemas. Y esto empieza por saber exactamente lo que debemos hacer. Defender mejor o atacar mejor. Las Palmas debe replantearse su papel en el campeonato y definir a qué le conviene jugar".