65-79: El Granca mete dientes y gana una final

Al equipo de Porfirio Fisac le tembló menos el pulso en el último cuarto que al Guipúzcoa, en un partido de idas y venidas

B. Pérez

Por fin una victoria para dar serenidad a la temporada. El Gran Canaria ganó una auténtica final, convertida su campaña en pos de la permanencia. Lo hizo en su visita al Guipúzcoa Basket (65-79), en un partido extraño, que llevó con buen rumbo al inicio, pero más tarde se extravió de manera peligrosa. Sin embargo, todo quedó resuelto en los cinco primeros minutos del último cuarto, con un parcial 2-13 que sentenció la noche en favor del equipo amarillo. Llegó así la cuarta victoria en la Liga ACB y, además, frenó a un rival directo que amenazaba la tranquilidad de diciembre.

Desde el salto inicial el Gran Canaria tenía buena pinta. En realidad, tres de los nuevos refuerzos formaban el quinteto inicial (Slaughter, Dimsa y Stevic) junto a otros dos jugadores de inicio de temporada (Shurna y Okoye). La metamorfosis del equipo de Fisac es evidente, pero también de su juego y mentalidad parece estar en transformación.

 

Tres refuerzos en el quinteto

Quería marcar el ritmo Guipúzcoa, que puso en el marcador un 7-3 inicial, pero fue un espejismo. En ese primer cuarto funcionaba todo para los amarillos. El tiro exterior (tres triples de Shurna, dos de Okoye y otro de Dimsa), 9 asistencias (6 de Slaugther), 3 recuperaciones, ... Los jugadores de Fisac corrían y anotaban desde distintas posiciones, con un gran Shurna en el amanecer del encuentro (9 puntos).

De inmediato la balanza se inclinó hacia el lado visitante, hasta los 10 puntos a favor (18-28) obligando a Marcelo Nicola a llamar a sus jugadores para un tiempo muerto en el que reclamó mayor intensidad defensiva porque apreciaba que el equipo isleño navegaba viento en popa ya hacia la victoria.

La dirección del juego amarilla de Slaughter era por momentos excelente, con una selección del ritmo y pase del que se aprovechaban con soltura sus compañeros. La renta alcanzó los once puntos justo en el final del parcial (20-31), con claras señales de haber encontrado el camino de la paz. Incluso se vio a Beirán dialogar con Fisac en el momento de entrar a pista. Todo terminaba por encajar.

Sin embargo ...

Pero el día luminoso se volvió gris en el segundo cuarto. De manera inesperada, el Gran Canaria sacó el manual de sus ‘tiempos revueltos'. En los primeros ocho minutos cometió una hilera de errores en ataque, con pérdidas y fallos incluso en canastas fáciles. Anotó en ese periodo cuatro puntos y permitió el despertar guipuzcoano, alentado por los triples de Dee.

Los hombres de Nicola llegaron a colocarse a un punto (34-35), pero un acertado y paciente Stevic devolvió parte de la ventaja, añadiendo la cosecha un oportuno triple de Slaughter.

El partido se iba a equilibrar peligrosamente en el tercer cuarto. El Guipúzcoa salió con decisión para colocar un 8-0 y obligar a Fisac a reunir a sus jugadores. En ese tramo, la dirección de Albicy dejó que desear. No sólo con algunas pérdidas sino con desaciertos en el tiro.

El Gran Canaria, además, erró varios tiros libres y dejó siempre la sensación a su rival de que podría alcanzarlo. El partido entró en el último cuarto con un empate 53-53 y diez minutos para decidir a un ganador con dos conjuntos acusando ya la responsabilidad y la trascendencia del encuentro.

Con dos bases, solución

La noche donostiarra se resolvió por fin con una salida explosiva en el último parcial. Dos triples de Dimsa y Burjanadze, una canasta de Slaughter, otra de Stevic y de nuevo Burjanadze hizo que el Gran Canaria recuperase el mando de manera definitiva, con un marcador de inmediato a su favor con un 0-13.

El Gran Canaria jugaba con los dos bases (Slaughter y Albicy) y se aprovechaba de los constantes errores de un rival que no supo resolver el partido en ese momento (55-69), a falta de cinco minutos.

La ventaja llegó a ser de 15 puntos y a pesar del enfado mayúsculo del técnico local Nicola, el Gran Canaria agarró su renta para liquidar el encuentro con un juego que desquició a un rival que ya no encontraba soluciones en Radoncic, Dee o Echenique.

Alineaciones:

 

Guipúzcoa: Faggiano (5), Span (4), Radoncic (13), Pere Tomás (4), Echenique (14) -quinteto inicial-, Francis (sc), Dee (8), Okouo (9), Oroz (6), Motos (sc), Magarity (2) y Olaizola (sc)

 

Gran Canaria: Slaughter (12), Okoye (14), Dimsa (9), Shurna (9), Stevic (12) -equipo inicial-, Balcerowski (2), Albicy (7), Fabio Santana (0), Khalifa Diop (3), Burjanadze (7) y Beirán (4)

 

Parciales cada diez minutos: 20-31, 36-42, descanso, 53-53 y 65-79 final.

 

Arbitros: Carlos Cortés, Alberto Sánchez y Carlos Merino.

 

Partido disputado sin público en el San Sebastián Arena, correspondiente a la Liga ACB.