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Opinión

Jóvenes, rebeldes y atrevidos

  • EL OTRO PARTIDO
  • 27/09/2020 - 13:01
Jóvenes, rebeldes y atrevidos La alegría de Edu Espiau, tras anotar el 2-2 en La Romareda (La Liga)

Manuel Borrego

 

Pensar que Pepe Mel no tiene trabajo abundante en las próximas jornadas sería caer en un error de grandes dimensiones. Casi podría utilizar el técnico amarillo de fútbol lo que hace unos días debió comentar su colega de la ACB, Porfirio Fisac, al hablar de un jugador (Jean Montero) con mucho potencial: "No ha hecho nada; tiene mucho que demostrar y aprender", dijo.


En eso está la UD Las Palmas 2020-21, dejando mejores sensaciones que resultados. El equipo amarillo, en sus tres primeros partidos de la competición (Leganés, Fuenlabrada y Zaragoza) ha merecido más que lo que ha cosechado. Y sigue pagando con rotundidad sus licencias defensivas, que son abundantes y llamativas.


Pero el experimentado entrenador tiene ante sí un debate que tendrá que resolver: Aplicar los ajustes de contención necesarios para sobrevivir en la categoría pero no desprenderse del aire joven, rebelde y atrevido que está mostrando la propuesta de los nuevos valores de la actual temporada.


Algo similar, aunque con otras dimensiones futbolísticas, lo vivió en la UD Las Palmas Paco Jémez en 2010, cuando dio salida a una camada de canteranos que generaron entre los aficionados amarillos una oleada de entusiasmo. Pero la Segunda División es una competición dura, compuesta en muchos casos por jugadores expertos que conocen bien cómo sacar mayor rendimiento con esfuerzos ajustados. Aquel proyecto con Viera, Vitolo, Tyrone, Vicente, ... acabó superando la adversidad, no sin antes llevar al sacrificio a un entrenador que no supo cerrar el grifo de los goles en contra. Juan Manuel Rodríguez se encargó entonces de reconducir a un equipo del que brotaron, por cierto, dos internacionales absolutos.


La energía que ponen en el campo los nuevos amarillos es admirable. En La Romareda, ante un gran rival que viene de quedar a las puertas del ascenso a Primera División, no se rindió Las Palmas. Ni siquiera con los golpes bajos recibidos en dos ocasiones. O al verse con un marcador en contra y un futbolista menos en el campo. Ese corazón joven, rebelde y atrevido compensó su labor colectiva con un gran gol de Edu Espiau. No pueden abandonar ahora la manera en que afrontan la campaña. Sólo les falta el calor de una grada, que se lo brinda no obstante desde la distancia y el silencio. El mismo que requerirán cuando la adversidad vuelva a aparecer. Porque, todavía, "no han hecho nada" ni dominan el medio en el que están.