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Enzo, Claudio, Rober y los radiantes 19

  • EL OTRO PARTIDO
  • 05/09/2020 - 09:55
Enzo, Claudio, Rober y los radiantes 19 Loiodice corta el avanza blanquiazul, en el partido de este sábado en el Heliodoro (CDT)

Manuel Borrego


Las pretemporadas dicen que sirven para calentar banquillos o las cabezas de los técnicos y dirigentes. La de la UD Las Palmas ha sido corta, la más breve de su historia y sin elementos suficientes para evaluar cómo está la cocción de su proyecto. Y aunque hubiese jugado diez encuentros, con el saldo de todo victorias, la situación habría sido casi idéntica antes de que el telón de la verdad suba ... esta vez un 11S.

 

Del partido disputado en el Heliodoro, el banquillo del Tenerife sale con más ardor por la decepción del juego y el resultado del derbi. Se han olvidado incluso de que antes ganaron a todo un Villarreal. Con la frase, "lo importante es la siguiente semana", Fran Fernández zanja cualquier intento de polémica.


Pero en la victoria de la UD Las Palmas hay algunos destellos que merece la pena subrayar, aunque sólo sean luces de baja intensidad en el horizonte. Lo primero que se adivina es las ganas, la voluntad de todos los futbolistas en hacer un camino esta próxima temporada, que se presenta con muchos interrogantes previos por los cambios del propio equipo y por el potencial del resto.


Con esas ganas, Pepe Mel tiene un terreno ganado. Y habríamos dicho lo mismo con un resultado adverso, aunque no sería el mejor alimento anímico antes de visitar al CD Leganés. En la victoria frente al Tenerife hay nombres propios. Como las dos asistencias de Benito Ramírez, con un crecimiento constante y una carga con resultados colectivos evidente en su zurda. La solidez de Fabio, que debe desprenderse por completo de cualquier duda personal porque ya es un jugador subido en el ascensor de la madurez. El asentamiento de Alex Suárez, llamado a marcar un ciclo en el centro de la defensa, o el de Kirian en el centro del campo; de ellos depende ... Y así hasta la parada de Alex Domínguez, con una breve intervención que evitó el 2-2 cuando el Tenerife sacó lo que llevaba oculto por el buen quehacer de su rival.


Pero nos ha llamado la atención los 19 añitos de tres de esos protagonistas del triunfo. Primero apareció la velocidad de Claudio Mendes, el extremo lanzaroteño, para generar un plus que no fue virtud del equipo en años anteriores. Todavía tiene terreno que progresar, sobre todo en la última decisión de las jugadas. Luego, la entereza del galo Enzo Loiodice, mostrando de inmediato una personalidad impropia para su juventud y desconocimiento general del entorno amarillo. Conectó con evidente soltura tanto con Kirian como con su escolta, Fabio. E, incluso, se dejó ver en el área. Y finalmente, el hombre que acabó por decantar el marcador con sus explosivas apariciones: Rober González. El primer gol, con inesperado cabezazo del emeritense, y el penalti del 1-3, transformado por Maikel Mesa. Y otras jugadas que generaron inquietud a los zagueros tinerfeños.


La apuesta por la juventud es decisiva. Y lo primero que debe rescatar esos nuevos amarillos en el entorno es el cariño y todos esos ingredientes que generen confianza en ellos. Porque los marcadores, ya es cosa de los propios protagonistas de esta UD que, al menos por su osadía.

 

Un relevo generacional no sólo está en camino; ya asoma en el túnel de vestuario.

 

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