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Lomo Blanco llora la muerte de Castillo

Malograda promesa de filiales, el centrocampista se quedó a las puertas de la UD Las Palmas hace treinta años tras ser considerado por sus técnicos como uno de los valores en alza de la época

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  • 23/04/2015 - 17:09

Manuel Borrego

Un día difícil para el modesto barrio capitalino de Lomo Blanco. En todas sus esquinas, los vecinos hablaban del final de la vida de Francisco Castillo Rodríguez (9 de julio de 1962, Las Palmas de Gran Canaria). El que fuera una de las figuras de los filiales de la UD Las Palmas en la década de los ochenta fallecía este jueves. Su cuerpo fue descubierto en un solar al que se accede cruzando un puente de la circunvalación. A cien metros, el campo de fútbol donde aquel centrocampista espigado y técnico se hizo un nombre para ingresar en los filiales de la UD Las Palmas y quedarse a las puertas del equipo profesional, por los designios del destino.

A la derecha, la ficha deportiva de Castillo en sus inicios como jugador del Lomo Blanco, en etapa infantil (C.T.)

La noticia causaba dolor. Apenas un día antes, los vecinos le habían visto por última vez en el parque del barrio, cerca de la vivienda familiar de la Calle San José Artesano. Estaba como siempre ... y se fue como le recordaban últimamente. A primera hora de la tarde, la noticia recorrió las estrechas calles y llegó a la sede social del modesto club donde Castillo, al igual que otros incipientes valores del Lomo Blanco como Chacopino o Faustino, hicieron camino hacia el Estadio Insular a finales de los setenta.

El presidente de la entidad José Ruano quedó impactado por la muerte de aquel jugador al que promocionó. "Le vi llegar a este club. Soy presidente del CD Lomo Blanco de 1970, cuando tenía 17 años. Ese chiquillo era bueno", afirma mientras nos muestra fotografías de la época y su ficha técnica cadete y juvenil. "Como jugador, Castillo era sencillamente maravilloso. Le destaco por todo, por su rapidez, por visión. Santiago Espino, que fue su entrenador, supo ver su valía y le sacó el rendimiento para que se fijaran en él. En aquella época el Lomo Blanco era filial de Las Palmas y tuvo esa oportunidad de llegar lejos. También jugó su hermano Pepe, que no era tan técnico pero sí muy fuerte. Inolvidable futbolista".

Una formación del Lomo Blanco, con Castillo agarrando un balón rojo. A su derecha, el también amarillo Faustino (C.T.)

Por momentos, el nombre de Castillo llegó a estar muy alto en la UD Las Palmas. Roque Olsen lo tuvo en cuenta en aquella pretemporada de hace treinta años, la de la plantilla del ascenso de 1985. Había destacado en Las Palmas Atlético. Le tuvo bajo su batuta José Manuel León, que le define como "uno de los mejores jugadores de aquel momento. Tenía una calidad tremenda. Y una planta extraordinaria para ser un futbolista muy técnico. Tenía pase, zancada y tenía también gol. El destino de la vida no le llevó al lugar deportivo que podría alcanzar", recuerda.

En iguales términos se expresa a Tinta Amarilla Álvaro Pérez, que confiesa haberse quedado impactado este jueves "cuando me llamó Faustino para decirme que había fallecido. Me pongo a pensar en él y le recuerdo como un grandísimo jugador y una persona muy simpática. Hay miles de anécdotas de Castillo en aquella época, dentro del grupo era una persona muy inteligente. Como futbolista, además, tenía una técnica exquisita. Posiblemente estoy hablando de uno de los jugadores más elegantes a los que he entrenado. Para mí era un jugador de ataque, con mucha llegada".

La plantilla de la temporada 1984-85. Castillo es el tercero arriba, a la derecha, junto a Felipe Martín (Norberto Rodríguez)

Faustino García fue su compañero de siempre, desde el Lomo Blanco hasta los filiales de la UD Las Palmas. "Se nos fue", relata. "Para mí, uno de los jugadores más importantes que ha dado el fútbol de Gran Canaria. No fue profesional porque no quería, porque eligió otro destino. Él era un jugadorazo; se lo escuché decir a Paco Castellano, a Alvaro Pérez, a León y a cuantos le vieron actuar. Conmigo se entendió a las mil maravillas".

El paso de los valores del club del barrio capitalino se produjo con una etapa en Las Palmas C. "Fuimos cinco de una tacada: Castillo, Guaito, Chacopino, Alfredo y yo. Luego pasamos al juvenil A Castillo y yo; más tarde a Las Palmas Atlético. De haber sido profesional del fútbol habría acabado en uno de los grandes, en cualquiera".

Álvaro y Faustino apuntan que tras su incompleta etapa de amarillo siguió jugando al fútbol en el Manacor ... hasta que se le perdió de vista. Hoy la vida también ha hecho esquina. Castillo se ha ido sin decir adiós a los que tanto le admiraron. QEPD.

El solar donde este jueves apareció sin vida el cuerpo de Castillo, en Lomo Blanco. A la izquierda, su estampa en la temporada 1984-85 (C. T.)