Manuel Borrego
En el contexto de la celebración del 50 aniversario de la conquista la selección juvenil de Las Palmas, un jugador de la época emerge con fuerza en estos días por el protagonismo que tuvo en aquel logro histórico. Era Juani Castillo, un fenómeno grancanario que entonces venía en camino para redactar su brillante historia personal.
La firma de Juani con sus goles estaba ya en la trayectoria de esa selección en dirección al título logrado en el Sánchez Pizjuán. Incluso el tanto que definió el encuentro frente a Cataluña lleva su rúbrica, en una jugada tradicional de pase profundo y ratonería en el área.
De Juani Castillo se hablaba abundantemente en la capital grancanaria durante aquel tiempo, incluso no siendo jugador integrante entonces en la UD Las Palmas. En edad juvenil (3 de octubre de 1955), Castillo era protagonista en su equipo de competición regional, el ahora desaparecido Unión Chile. Desde ahí saltó a la lista del seleccionador Esteban Betancor, con un paso inmediato a la UD Las Palmas que era cuestión de tiempo.
El arribo de Juani como profesional amarillo se produjo en 1975, cabalgando entre dos etapas distintas de la plantilla. De una parte, Juani afrontó en la UD Las Palmas los últimos años de aquellos grandes jugadores que abanderaron los Diablillos Amarillos y alcanzaron las mayores cotas del club en Primera División. Y, de otra, estaba ya en curso la integración de otro grupo de extraordinarios futbolistas internacionales argentinos (y el paraguayo Maciel) que iban a dirigir al equipo hacia su otro gran logro histórico como fue la presencia en una final de la Copa.
Juani fue protagonista con todos ellos, con una contribución ofensiva impregnada con pimienta futbolística: rematador, astuto, veloz, sorpresivo, hábil y definitivo en el área.
Su expediente en la UD Las Palmas lo sitúa entre los grandes goleadores históricos del club (80 tantos), con un total de 323 encuentros en dos etapas. En aquel momento se le comparaban con el astro inglés Kevin Keegan; y no solo en lo físico.
Fue Juani también el primer olímpico del club, al acudir con España a los Juegos de Verano de 1976 en Canadá. Y solo una desafortunada jugada con José Antonio Camacho, en un entrenamiento de la selección absoluta, le impidió disputar de rojo la Copa del Mundo de Argentina en 1978. La fractura en la pierna derecha no le impidió posteriormente recuperar su mejor versión futbolística, pero el Mundial había pasado de largo meses atrás.
Recordar a Castillo es revivir momentos emocionantes del fútbol grancanario de los setenta. Y también de los ochenta. Pasó por Mallorca -traspasado- y Málaga, donde también lo recuerdan por su alegre estilo de entender el juego y la vida.
Ese atacante que tanto aplaudió la afición de la UD Las Palmas dejó verse en 1974 siendo luz de un equipo que es historia del fútbol canario. 50 años han pasado y no caen en el olvido.