Manuel Borrego

Si hubiera un día en las últimas temporadas en que el proyecto de la UD Las Palmas se sometiera a un test de la ilusión, teniendo en cuenta el llenazo que se espera en el Gran Canaria, esa fecha es este viernes. A la respuesta del aficionado de forma tan masiva unida a la reacción del equipo de García Pimienta que, con humildad y sin dependencia a individualismos progresa en el campeonato, se añade la presencia en el campo de un rival tan en forma como el Atlético de Madrid. El partido está lleno de atractivos que comienzan en los propios peldaños clasificatorios.

Ni siquiera los cuatro últimos precedentes oficiales de los colchoneros en la isla, con sendos triunfos y 15 goles en contra de los amarillos, ha generado la desazón entre los aficionados grancanarios. Hay ganas de este partido y el ‘ilusiómetro’ de la UD Las Palmas -ese aparato de dibujos animados- parece dispararse en vísperas de una duodécima jornada, con el equipo instalado en zona templada y con la mirada hacia arriba.

Tiene algo distinto esta UD Las Palmas de García Pimienta que enciende los corazones de sus seguidores. Sin duda es algo diferente a episodios recientes de Primera División donde incluso llegó a liderar de forma circunstancial la categoría. Posiblemente está relacionado con la altura competitiva que tiene el conjunto -el grupo, no los individuos por sí solos-, que se siente capaz de mirar a los ojos a cualquier adversario. Y eso es lo que pretende hacer ahora con el poderoso conjunto del Cholo Simeone, que aterriza en el Gran Canaria con un parcial de seis victorias consecutivas y una colección de recursos en su plantilla para ser candidato a cualquier objetivo.

Las Palmas afronta el partido, sin embargo, en desventaja con su rival. El técnico no ha tenido tiempo de prepararlo porque por el camino se cruzó el compromiso de Copa. Y sus dos jugadores teóricos de referencia tampoco volverán a estar: Sandro, por su lesión, y Viera, desconectado en los planes de su entrenador. Pero teniendo en cuenta que el valor del grupo está por encima, no pone Pimienta excusas al mantener la confianza en los relevos.

El Atlético ha sido el más cruel adversario que ha pisado Gran Canaria en la anterior etapa en Primera. Y de ello podría acordarse el propio Simeone, que este jueves dejó un mensaje inquietante: “Las Palmas juega bien, pero creo que le podemos hacer daño”.

Así está el argumentario teórico antes de las 20.00 horas del viernes. Ganas hay de hacer diana y salir airoso ante uno de los acorazados del fútbol español.