¡Qué fácil es mostrar una tarjeta a la UD!

El equipo de García Pimienta, el que menos faltas comete y el que más recibe, es sancionado con una cartulina cada 3,6 infracciones

B. Pérez

 

Un registro que llamó la atención el pasado fin de semana en Villarreal fue el número de tarjetas que recibieron los jugadores de la UD Las Palmas (4) en el partido de La Cerámica. No por la cantidad en sí, sino porque en total fueron 7 las faltas cometidas por los futbolistas de García Pimienta frente a los de José Rojo Pacheta. El mismo número de tarjetas lo padeció el Villarreal con un total de 17 faltas cometidas sobre los amarillos que vestían de rojo.

 

El promedio de la UD Las Palmas en ese partido del antiguo Madrigal resulta alarmante: 1 amonestación por menos de dos infracciones del reglamento.

 

Todo ello se localiza en un contexto difícil de explicar para el público al que le gusta analizar la estadística: Uno de los tres equipos que presentan mayor posesión y pases, que además es el que menos faltas comete en la Primera División (88, al igual que el Atco. de Madrid) recibe tal correctivo de promedio. Porque en nueve partidos cada tarjeta amarilla de la UD Las Palmas aparece con 3,6 faltas cometidas o infracciones del reglamento. A los colegiados en estos nueve primeros encuentros del calendario le ha costado muy poco echarse la mano al bolsillo con los jugadores de García Pimienta.

 

El dato general es que Las Palmas recibió 24 cartones amarillos por sus 88 faltas.

 

Sirvan otros indicativos como referencia. El Getafe, conjunto con mayor número de faltas a los rivales (166), promedia una amonestación por cada 3,7 faltas. Y aún dista del promedio del Villarreal (1 cartulina cada 4,5 faltas), Mallorca (1 cada 5,2 faltas), Cádiz (1 cada 5,5) o Rayo (1 cada 5,7).

 

Y si esto es ilustrativo, no menos el saber que con 140 infracciones rivales, Las Palmas es también el equipo que más faltas recibe de los adversarios de Primera División. Esto ya venía ocurriendo también en Segunda y con García Pimienta en el banquillo isleño.

 

De momento, solo Mika Mármol ha pagado con su expulsión ante el Granada por esta negativa ‘habilidad’ de los amarillos para recibir tarjetas que no guardan proporcionalidad estadística con muchos de sus rivales.

 

Pero habrá que tenerlo en cuenta porque todo tiene un peaje, antes o después.