El CD Mensajero espera para ser repescado en la Segunda RFEF

B. Pérez

 

El CD Mensajero no pierde la esperanza de jugar en la Segunda RFEF en 2022-23. Así lo ha confirmado la entidad, a través de unas declaraciones del vicepresidente Guillermo Jiménez, aunque también reconoció que por normativa no podrían jugar en el césped artificial del Silvestre Carrillo.

 

La situación de disolución de la UD Extremadura es la que contempla el club palmero para la ‘salvación administrativa’, plaza que podría haber optado Las Palmas Atlético si no es por la caótica deriva de resultados que vivió el filial tras la marcha de Juan Manuel Rodríguez.

 

Además, de producirse el ‘retorno’ del Mensajero a la Segunda RFEF, se salvaría también en teoría el CD Buzanada, como primer equipo de la pasada Tercera División que tuvo caída a la Preferente.

 

Jiménez mencionó en declaraciones que recoge el propio club palmero lo siguiente: “Es cierto que es algo que se ha puesto sobre la mesa en los últimos días. La disolución del Extremadura nos da pie a poder optar a esa plaza. Es más, las modificaciones incluidas recientemente en el reglamento, nos benefician en este sentido. Con el documento en mano, la situación colocaría en Segunda RFEF al equipo que mejor derecho deportivo tenga. Ahora estamos a la espera de saber en qué categoría salimos a competir”.

 

Recordó que “tenemos una serie de jugadores renovados, otros retenidos y algunos que hemos incorporado. Eso sí, hay un salto importante de una categoría a otra, por lo que nos lo vamos a tomar con un poquito de calma hasta que se esclarezca la situación”.

 

Además, obligaría a mejoras en el estadio palmero porque “la venidera temporada queremos que sea importante, desde el punto de vista de las infraestructuras de nuestro club. Como todo el mundo sabe, el Estadio Silvestre Carrillo es una instalación cuya titularidad es del Club Deportivo Mensajero. Ahora mismo, tenemos que acometer dos obras importantes: por un lado, el cambio del césped que, no en vano, tiene 15 años de vida (la vida útil es de 10); por otro, la iluminación, que nos permitiría entrenar y jugar por la noche. Ambas mejoras redundan en el crecimiento de toda nuestra entidad, desde los más pequeños hasta el primer equipo”

 

“Sin esas mejoras que comento y en caso de que finalmente salgamos a competir en Segunda RFEF, no podríamos disputar nuestros partidos como local en el Estadio Silvestre Carrillo. Apelamos a la colaboración y sensibilización de las instituciones públicas; sin el apoyo regional, insular y local, no podremos acometer esas necesarias obras”