París bien vale un Messi

B.P.

 

Mientras L’Equipe abría este lunes con un titular sin lágrimas (París bien vale un Messi), las horas posteriores al adiós azulgrana del astro argentino colocan al presidente Joan Laporta en una posición delicada.

 

Jaume Llopis, uno de los hombres de Laporta, ha dejado una estela polémica acusando al presidente de haber caído en trampa rival. “Faltaban 25 días (para el cierre de la ventana de verano) y creo que no se ha hecho todo lo que se podría hacer. No ha habido voluntad real de negociar la continuidad de Messi”, ha dicho a Marca. Para añadir: “Mientras la afición lloraba su marcha, Laporta se comía una mariscada con el presidente del Real Madrid”.

 

Cientos de aficionados galos del PSG andan alborotados en las últimas horas. Han ido a los aeropuertos, a la sede del club y en proximidades de lugares donde ha sonado la posibilidad de ver a Messi. Han cantado el nombre del argentino, dando por hecho su fichaje. Sin embargo, pese a los rumores, El Mundo Deportiva asegura que todavía el jugador se encuentra en Barcelona valorando con sus asesores los términos del contrato remitido por el Saint Germain.

 

El propósito inicial era convocar una presentación este martes situando a Messi en la Torre Eiffel. Aunque la última resistencia a su favor, quizá puede quedar en nada, la ha puesto un marcha un gabinete de abogados simpatizantes del FC Barcelona y liderados por Juan Branco. Presenta una denuncia ante la Comisión Europea para la suspensión provisional de cualquier actuación del PSG con el jugador. El argumento es que los “ratios del PSG en términos del fair play financiero son peores que los del FC Barcelona”. Y, en consecuencia, habría una competencia desleal para firmar a un jugador que ha dicho que su intención era quedarse en el club de la Ciudad Condal.

 

La realidad es que Messi ya ha dicho adiós y en París, una fiesta.