El achique suicida con uno menos y un rival con piernas frescas

M.B.

El gol que derrotó a la UD Las Palmas en Butarque merece una reflexión. Posiblemente, la ambición de los propios jugadores amarillos pudo ser aprovechada por un Leganés que, hasta ese momento, apenas había inquietado. Y esos riesgos defensivos se asumieron cuando quizá tocaba jugar a otra cosa en el tramo final del partido.

Pero Las Palmas mantuvo muy alta su última línea de presión incluso cuando ya estaba en inferioridad por la expulsión de Aythami. El cuarteto de zagueros (Alvaro Lemos, Cardona, Alex Suárez y Dani) se alejó del área, pese a que el conjunto de Pepe Mel ya no tenía todas las piezas en el campo para poder controlar a su oponente.

Y fue así, desde zona defensiva del Leganés, donde nació la jugada del gol. El pase brota en campo propio madrileño, sin presión alguna. El balón vuela tras la última línea amarilla donde Avilés goza de la ventaja de sus piernas frescas y velocidad vertical. Ese achique de los visitantes, con uno menos, resultó suicida ante un rival que aprovecha la mínima fisura para hacer caja en el partido.