El arquero internacional argentino descubre que en su primera temporada en la UD Las Palmas le llamó Cruyff para comprometerle con el Barça. Sin embargo no contestó a la oferta del poderoso buque azulgrana
Su rol en el fútbol estaba predestinado. Daniel Carnevali (Rosario, 4 de diciembre de 1946) fue hijo de portero del club Argentino, de la Primera División de la Liga rosarina, quien por los avatares del destino se vio obligado a colgar los guantes para dedicarse a la peonada en la metalurgia. "Yo no quería ser arquero", confiesa, "no me gustaba. Pero lo fui por obligación, porque era un punta como Cristiano Ronaldo: no le daba el balón a nadie. Y los compañeros de mi primer equipo, el Argentino Morning Star, me dijeron: ¡Daniel: tú, a la portería!. Me sacaron del campo porque era individualista". Tenía entonces doce años cuando definitivamente encontró su papel en el deporte y ahora confiesa que "ciertamente estaba hecho para el puesto: yo era un chico ágil y tenía buenos reflejos; sabía estar bajo los palos. Mi padre, Manuel Alberto, me entrenaba en casa después de trabajar. Teníamos una parcela de 50 metros por 15 de ancho y en ella plantaba tomates y papas. Pero había un espacio para instalar una portería que él construyó y en la que aprendí este oficio".
VENTA A PLAZOS
Carnevali se ganó su salario paso a paso, escalando hasta el nivel profesional de su país. Le fichó el club de sus amores, el Rosario Central, donde jugaba en el equipo de Tercera y era además suplente en el buque insignia de la entidad. Pero un relevo técnico provocó su pronta salida a Atlanta. "Me dijeron que buscaban un portero con más experiencia y me transfirieron junto a otro jugador y 100.000 dólares de la época pagados por Central. Unos meses después de mi marcha era internacional juvenil y estaba en los planes de la selección absoluta, con José Pizutti en el cargo de seleccionador. Allí coincidí con Santoro, Brindisi, Pastoriza, Panadero Díaz, ... ya había un gran equipo formándose. De Atlanta fui transferido al Chacarita Juniors, que me compró como quien adquiere una nevera: catorce letras a plazos. Y, luego: España".
"Mi referente como arquero fue Carrizo, de River. No me considero un portero para jugar bajo los palos. Me gustaba salir, meterme en el partido, dar el primer pase. Me recordarán por sacar el balón desde el suelo en largo, con la mano. Siempre quería participar en el ataque del equipo desde mi lejana posición", matiza mientras muestra sus manos, con señales de duras batallas en los campos de juego. Un meñique roto y desplazado es el signo inequívoco de la profesión elegida.
EL TERCER CANDIDATO
Cuenta Antonio Betancort, otrora secretario técnico de la UD Las Palmas, cómo fue el fichaje de Carnevali. Acudió a Buenos Aires con el secretario general de la entidad, Jesús García Panasco, con el objetivo de adquirir un portero. Ubaldo Fillol, el candidato número uno, estaba lesionado y era una incertidumbre. Y entonces acudieron a ver al número dos de la lista: "cuando don Jesús comprobó la pinta que tenía Hugo Gatti, que sólo estaba corriendo alrededor del campo, no se lo pensó dos veces y me dijo: Antonio, ¿dónde está el siguiente de la lista?. Era Carnevali".
Daniel, ajeno a ello, valora que "la experiencia de venir a Las Palmas fue muy positiva y una decisión difícil para mí. Tenía varias ofertas de Brasil y Paraguay, pero la apuesta de Las Palmas fue decisiva. Mi club no me quería vender, porque especulaba con mi traspaso, pero yo les dije que si no me traspasaban a Las Palmas, dejaba el fútbol. El club canario pagó 180.000 dólares de la época y fue la operación más cara de la temporada, según contó El Gráfico. Por suerte, con el cambio de la moneda, multipliqué por cinco mi salario cuando vine a la isla. Ya había estado un año antes en Gran Canaria, de camino a Tenerife para un amistoso, y al ver la soledad que había entre el aeropuerto y la ciudad pensé que no vendría ni loco a un lugar como éste. Sin embargo me encontré un ambiente muy cómodo para vivir y el cariño de toda la gente desde el primer día".
UNA LLAMADA DE CRUYFF
Antes, Carnevali había visto frustrado su traspaso a River Plate por un extraño asunto de una hipotética lesión "que el tiempo demostró que no había. Pero yo ya no estaba dispuesto a seguir en un club donde había un ambiente raro en un proceso de cambio de dirigentes".
Y aún siendo jugador de la UD Las Palmas el guardameta internacional argentino recibió una llamada desde la Ciudad Condal para cambiar el destino: "Me telefoneó personalmente Johan Cruyff, entonces jugador del Barça, cuando yo estaba aún en mi primer año con Las Palmas. Me dijo que no me comprometiera a renovar porque me ofrecía un precontrato con el Barcelona. Aquello no me pareció bien, yo quería esperar y finalmente no se produjo la operación. Quizá porque Rinus Michels tampoco siguió como entrenador en el FC Barcelona. No contesté a la oferta pero de haber firmado un precontrato no habría seguido tantas temporadas en el equipo amarillo".
De sus siete campañas en la entidad grancanaria valora que "estuve a gusto aunque nos faltó alcanzar mayores cotas a nivel deportivo. Yo no ambicionaba ganar más dinero, quería sentirme bien y aquí disfruté. Estuvimos a punto de conseguir la Copa, en el 78, en una etapa en que el equipo ofrecía un gran juego porque con Miguel Muñoz Las Palmas jugaba al ataque, con ambición, la misma dentro y fuera de casa. Nos cambió la mentalidad y estuvimos cerca de un gran objetivo. El Barcelona fue mejor en aquella final que perdimos pero condicionada por un penalti injusto".
"LOS ARGENTINOS FUIMOS RENTABLES"
Daniel Carnevali fue nieto de emigrantes italianos (de Sicilia y Calabria) que se establecieron en la ciudad de Rosario. Siete décadas después era él quien hacía las maletas para viajar al Viejo Continente e instalarse en Canarias, donde aún reside y disfruta de la doble nacionalidad. Se siente orgulloso de la aportación que sus compatriotas y él mismo ofrecieron en la etapa dorada de la UD Las Palmas, en los años setenta: "Todos los argentinos rendimos a un gran nivel. Morete, a pesar de que tardó en marcar su primer tanto, luego fue un delantero rentable. Wolff fue un jugador polivalente, muy técnico y competitivo. Y Brindisi cubrió la marcha de un futbolista tan importante como había sido Germán Dévora. Tomó el mando con autoridad. Las Palmas tuvo muy buena vista para fichar a cuatro internacionales argentinos de aquel momento. Marcamos una época y hoy es algo inimaginable que vuelva a ocurrir una cosa así por la carestía del mercado. Lo que hicieron los directivos de Las Palmas fue un éxito".
Su Everest profesional fue participar con la selección albiceleste en el Campeonato del Mundo de 1974, en Alemania, donde el resultado fue frustrante para Argentina: "soy de los que piensan que la selección de 1974 llegó al Mundial con más nombre que la del 78, equipo que sí alcanzó el título. Kempes, Wolff, Brindisi, Yazalde, Perfumo, Ayala, ... Había grandes individualidades pero la preparación del combinado no fue la correcta. Los que estábamos en otras ligas llegamos tarde a la concentración y desde el principio se generó una división interna. Había calidad para haber hecho un mejor papel en el campeonato pero el grupo estaba fraccionado".
LA TORRE DE BABEL ALBICELESTE
Cree que este problema aún subyace en el equipo nacional de su país natal: "Por ejemplo, en el caso de Messi. Para mí es el mejor jugador mundial pero cuando actúa con Argentina todo es diferente para él. No está rodeado como cuando lo hace en el FC Barcelona. Y eso, multiplicado por otros tantos jugadores que actúan en otras tantas ligas diferentes, hace que el equipo argentino tenga su propia torre de Babel futbolística. Muchos conceptos distintos, muchas formas de entender el fútbol y poco tiempo de preparación. También puede haber un problema a la hora de encontrar al seleccionador adecuado. Maradona fue un gran futbolista, pero no es mejor entrenador. Argentina necesita un técnico que sepa extraer la mayor motivación de sus figuras".
"SOY DE ROSARIO CENTRAL"
Carnevali es un argentino atípico. No se adhiere a la división nacional o universal de ser de Boca o de River: "para nada. No siento simpatía alguna por los equipos de la capital. Yo soy de Central, aunque confieso que si tengo que identificarme con alguien sería con la pasión de Boca, me gusta más". Esa misma energía la encontraba en el Estadio Insular, donde actuó como profesional de la UD Las Palmas, pero entiende que no debe existir polémica alguna con el asunto de las pistas de atletismo del Estadio de Gran Canaria: "nosotros vivimos la euforia que se respiraba en cada p
artido del Insular. Pero en el fútbol no hay una relación directa entre jugar bien y sentirse arropado. En el Estadio de Gran Canaria se han reunido esta temporada 23.000 personas porque el equipo llamaba a la afición jugando bien. Por el estilo que tiene la Unión Deportiva le beneficia, además, un campo grande y abierto. Esa polémica no vale. River fue campeón muchas veces en el mismo estadio con pistas donde ahora su juego está en crisis".
PACIENCIA Y CONTINUIDAD
De la nueva hornada de jugadores canarios, liderada por Jonathan Viera, espera una producción a medio plazo porque "para alcanzar la Primera División hay que tener paciencia y dar continuidad a los proyectos. Estos chicos juegan bien al fútbol y mantienen un estilo que todo el mundo valora. Pero el club ha logrado recuperar este año también el arraigo de los jugadores isleños. Es decir: hasta hace algunas temporadas, el objetivo de la cantera era marcharse a otros equipos y ahora el objetivo primario de los jugadores es llegar y también consolidarse con la camiseta amarilla. La apuesta por la cantera del club es importante aunque también arriesgada. Por eso entiendo que el criterio debe mantenerse a pesar de las dificultades que se encuentran en el camino".
RECUERDOS
FRENAZO AL BOCA DE MARADONA. "La temporada de Maradona y Brindisi en Boca fue extraordinaria. Sin embargo, Rosario Central le amargó el intento de ser campeón en nuestra cancha. Vinieron 15.000 xeneizes a ver el partido y pudieron ganar cuando Maradona dispuso de un penalti. Lo lanzó, yo intenté rechazar el balón pero éste se fue por encima del larguero. Luego García metió una falta directa y ganamos 1-0. No hubo fiesta boquense en Rosario. Una semana después, en la Bombonera, sí".
"TIERRA, TRÁGAME"."Tengo un mal recuerdo de un partido en el estadio de Boca, con Chacarita. Rechacé a una mano un disparo y el balón subió quince metros de altura y cayó en vertical hacia el larguero. Yo intenté de nuevo golpearlo para mandarlo al córner con tan mala fortuna que calculé mal el salto y me quedé enganchado con el balón y la madera. Seguí cayendo y lo que hice fue empujar la pelota hacia mi portería. Fue un gol curioso pero no cambió el partido. Perdimos 4-1".
MESSI, MARADONA Y BOCHINI. "Por este orden: Messi, Maradona y Bochini, los mejores jugadores. Además me encanta la humildad y sencillez de Messi. Es un ejemplo a seguir en todos los conceptos, como deportista y como persona".
LA MEJOR PARADA, EN EL CALDERÓN. "Fue frente al Atlético de Madrid, en el Vicente Calderón. Cacho Heredia cruzó la mitad del campo y se dio cuenta de que yo estaba adelantado. Lanzó un tiro magnífico pero tuve tiempo de reaccionar y evitar el gol cuando el balón estaba junto al poste. La foto la sacó Marca y yo conservo una copia en casa. La veo todos los días".
EL PRIMERO DE LA BARRERA. "Mi mejor actuación en España fue contra el Murcia, en La Condomina. Ganamos 0-1 y aquel día nos embotellaron una y otra vez. El partido fue televisado e hice unas doscientas paradas ... Fue el día también en que me puse por delante de la barrera en una falta dentro del área. Era una laguna legal y la aproveché. Rechacé el primer disparo y, luego, un segundo. Me salió todo perfecto aquella tarde. Con la selección tuve otra actuación similar, en Asunción, frente a Paraguay. Rechacé varios disparos cercanos, especialmente uno a Arrúa, volando varios metros tras levantarme del suelo".
COLEGAS Y ARGENTINOS."A Gastón Sessa, Nacho González, Assman y Barbosa no podemos enjuiciarles por un año en el equipo. Las trayectorias han de ser más amplias para obtener conclusiones. Cada uno hizo cosas positivas y también estuvieron condicionados por otras en la UD Las Palmas. Ahora, Barbosa, está realizando una notable campaña. Siempre bien colocado, ágil de reflejos, muy bueno en el uno contra uno, tranquilo, ... un acierto su fichaje".
Manuel Borrego