El proyecto de portero que brotó tras el 22J

Sus padres abonaron a Izan a la UD Las Palmas antes de nacer y tras el 'cordobazo'; ahora capta como tesoro los guantes de Valles y se ilusiona en "ser un portero tan grande como tú"

Izán, con sus guantes de portero que Valles le entregó. Y, a la derecha, tras nacer en 2014 con la vestimenta de la UD Las Palmas (Familia: Hernández Montoro)

Manuel Borrego

Este pasado viernes, un joven aficionado de la UD Las palmas mostró una pancarta en la Grada Naciente enviando un recordatorio a su ídolo Álvaro Valles. Tenía la promesa de conseguir los guantes del ahora guardameta que es titular en Primera División y que tiene argumentos para aspirar al trofeo Zamora de la temporada. Y soñó con poseer tan valiosa prenda. El joven simpatizante es el grancanario Izan Hernández Montoro quien, por motivos profesionales de sus padres, reside en Cartagena. Pero Valles hizo una promesa al niño cuando los amarillos se cruzaron con el Efesé e Izán esperó a verlo de nuevo en un viaje a la patria chica, como ahora ocurrió.

La historia del joven aficionado tiene prolongación 9 años después de su primera aparición en Tinta Amarilla. Porque entonces no había nacido y ya era amarillo. El 22 de junio de 2014, Izán ‘acompañó’ a sus padres en el Estadio de Gran Canaria aquel fatídico día en que a la UD Las Palmas se le escapó el ascenso en los minutos finales. Su mamá, a la que faltaba unas pocas semanas para dar a luz, estuvo con papá en las gradas y vivieron in situ el más duro golpe sufrido por el club en el nuevo recinto, cuando Ulises Dávila certificó el ascenso del Córdoba a pocos segundos del final.

Pero la familia Hernández Montoro no se desanimó. Y antes de nacer Izan ya era el abonado 14.049 de la temporada 2014-15, la del ascenso con Paco Herrera y el gol de Araujo en aquella misma portería de Naciente.

Con el tiempo, Izán se ha hecho más amarillo si cabe. Y quiere ser portero. Verse con los guantes de su ídolo ha sido el regalo anticipado más hermoso con tanta carga de emociones que han viajado en el baúl de la familia casi dos lustros. ¿Quién sabe cuál será el capítulo siguiente de esta historia?.

Así lo afirma Nuria Montoro, tras agradecer el gesto del meta de La Rinconada: "Mil gracias Alvaro Valles por darle a mi hijo algo que no se puede comprar: la esperanza de convertirse algún día en un portero tan grande como tú".

 El reportaje de Tinta Amarilla en 2014

Así publicaba Tinta Amarilla en agosto de 2014, el curioso caso del bebé que nació siendo abonado de la UD:

El día 22 de junio de 2014, Agustín Hernández y Nuria Montoro acudieron al Estadio de Gran Canaria con una ilusión indescriptible. Fueron con los suyos, a la Grada Naciente, para animar con los cánticos de aquellos músicos y empujar a los amarillos hacia la Primera División. Entonaron hasta que las fuerzas y la esperanza se agotaron.

Apenas dos meses después, otro sábado (23 de agosto) ambos iban de la mano a jurarse amor eterno, en la Iglesia de San Juan de Telde, el mismo día que la UD Las Palmas emprendía el inicio de otra ruta al destino final. Esto fue lo que ocurrió en los prolegómenos de la boda:

“Izán, al que apenas le quedan unas semanas para estar entre nosotros, ya es amarillo como abonado 14.049. Él estuvo en el Gran Canaria el fatídico 22J. "Cuando aquello ocurrió, Agustín estaba fuera de sí", recuerda la gestora de la idea, Nuria. "Con el lío y con mi embarazo, nos trasladamos desde Naciente a Tribuna y allí yo sufrí una bajada de tensión. Acabé en el Materno, tras salir del Estadio en una ambulancia".

De aquel suceso, el amor de la pareja y la pasión de ambos por UD Las Palmas profundizó sus raíces. "Siempre me estaba diciendo que el niño sería de la Unión Deportiva y que quería que fuera futbolista. Por eso se me ocurrió: vas a llorar, porque antes de que haber nacido ya será amarillo".

Y así fue cómo Nuria tomó la iniciativa de tener a dos muchachos de Naciente bajo el mismo techo. La entrega del abono se realizó en los previos de la boda y las emociones vividas en ese acto tan sencillo desbordaron otra vez a Agustín, miembro del grupo en las redes de Tinta Amarilla desde hace más de un año. "Encima Las Palmas jugaba ese día (debut de la Liga frente al Llagostera)", comenta el futuro papá. "Pero yo no me desprendí. En la fiesta de mi boda que celebramos en Ingenio estaba con un pinganillo oyendo el partido. ¡Estaría bueno!".

"Todo se lo contaremos a Izán cuando tenga conocimiento; cómo fueron sus comienzos de amarillo, incluso ese trágico día contra el Córdoba", añade Nuria, que conoció a Agustín en su Cartagena natal cuando él, militar de profesión, estaba en aquella base naval.