La semana verdiblanca y amarilla de Ángel López

El ahora técnico del Villa habla del "partido complicado" para Betis y Las Palmas, de su empatía con Pellegrini y de las sensaciones de mejora en el conjunto satauteño

 Manuel Borrego

 

O viceversa; amarilla y verdiblanca. Porque primero Ángel López fue futbolista de la UD Las Palmas antes de jugar con la camiseta de las 13 barras del Betis. Aunque antes de su regreso al Estadio de Gran Canaria, el ahora entrenador del verdiblanco Villa de Santa Brígida pasó por el Villamarín.

 

López prepara el encuentro de su equipo de Tercera RFEF frente al Arucas, en la noche del viernes, para luego no quitar ojo al interesante Betis-Las Palmas en la reanudación del campeonato de Primera División. “Va a ser un partido complicado para los dos”, confiesa el que fuera futbolista internacional grancanario.

 

Y además, en el banquillo hispalense actual está el chileno Manuel Pellegrini “al que tuve de amarillo en el Villarreal y de quien aprendí muchas cosas. De hecho, me gusta de su estilo el modelo de juego defensivo y el saber adaptar su sistema al tipo de partido. Soy de los que piensan que un equipo no puede ceñirse a una manera exclusiva de jugar, porque a la larga está muerto”.

 

De su experiencia con Pellegrini destaca que “le gusta los laterales largos, los interiores por dentro, siempre una recuperación rápida de la pelota … muchas de estas facetas del juego las trato de aplicar en mis equipos. Y le digo a los jugadores que han de ser receptivos a aprender, a variar según el modelo del partido. Hay que adaptarse a todo. Se lo digo al mismo Ayoze Ramírez que, con sus 41 años actuales, tiene mucho que dar en el fútbol”.

 

Así que Ángel vivirá con expectación el choque del Villamarín sin olvidar su alma amarilla, la propia de la UD Las Palmas y la de su empatía villarrealense con Pelligrini. "Las Palmas puede hacer su juego en ese campo tan amplio. El partido está interesante, abierto. Los dos equipos aspiran a seguir arriba. El Betis, además, con la obligación porque tiene una plantilla de futbolistas contratada para ello con su potencial económico".

 

El otro equipo con el blanco y el verde que le ocupa es el Villa. “Es una lástima que no estemos tan acertados en los metros finales. Cuando no es el portero rival es el poste o una mala decisión. El equipo está bien, sólido, pero el gol llegará y los resultados también van a mejorar”.

 

Se hace complicado mantener esta incertidumbre en una plantilla que cuenta con jugadores como Manu Dimas y Héctor Figueroa. “Ellos mismos lo dicen entre bromas. Vamos a tener que al del puro para que nos quite el maleficio. Saben que el gol es cuestión de rachas. Y nosotros estamos seguros que la dinámica va a cambiar porque lo importante, crear ocasiones, lo hacemos”.

 

No cuenta esta temporada con el pichichi Santi Domínguez, al que “no voy a descubrir. Pero también nos faltan otros jugadores importantes que, por lesiones, no están. Son el Chino (Ascanio) y Peri. Ambos fueron jugadores que dieron mucho al equipo y que volverán a ofrecerlo tan pronto como estén de vuelta. Lo de Santi no es solo el gol; es también su carácter y liderazgo. Y la atracción que tiene para que otros aprovechen en ataque”.

 

Y en el mismo contexto de la actualidad en amarillo, López vivió un hecho singular hace apenas dos jornadas: Como entrenador fue el oponente del debut de su hijo, Víctor, en Tercera RFEF. Se congratula de verlo otra vez en el campo de juego “después de más de un año difícil para él por las molestias que ha tenido en el pubis. Ya están superadas. Espero que juegue mucho porque esta temporada es importante para su trayectoria".