Stéphane, el debutante hispano-francés

El zaguero central se estrenó el domingo en partido oficial con Las Palmas Atlético. Se define como un "defensa con sangre fría"

Manuel Borrego

Quizá desconozca Stéphane Serbourdin Cruz (18 de abril de 1995, Telde) que un compatriota suyo fue el primer extranjero en defender la camiseta de la UD Las Palmas: el galo Jean Luciano (1951, procedente del Real Madrid). Le siguieron más tarde, ya en el nuevo milenio, Julien Poueys, Beranger, Pignol y el último Thievy. Quizá también deba conocer que el técnico con más partidos al frente del primer representativo de Gran Canaria, cuyo escudo él mismo luce en su pecho, es también francés: el corso Pierre Sinibaldi. Quizá pueda ser Stéphane el siguiente en la lista, reducida, de eficientes amarillos con aquel pasaporte.

El zaguero central, que disfruta de doble nacionalidad hispano-francesa, dio este domingo el primer paso cuando Josico Moreno le eligió para debutar como defensa titular de Segunda B en el partido frente a la SD Leioa. Acaba de llegar al segundo equipo de la UD Las Palmas después de una proyección notable hasta el juvenil de División de Honor, donde fue uno de sus baluartes. Stéphane es francés por arraigo patriótico de su padre (Jean Luc, bretón y simpatizante del FC Lorient), que conoció a su madre desde edad juvenil en Mauritania, donde ambos residían. Pero eligieron el traslado a Canarias cuando la familia se incrementó con la venida del primogénito Claude (1988, ahora residente en Francia) y más tarde el benjamín de la casa.

Stéphane, a la izquierda, concentrado por delante de Manu Dimas, Adrián Hernández y Leo Ramírez este pasado domingo (C. Torres)

Stéphane tiene acento canario al ciento por ciento, con orgullo añadido de haber alcanzado de forma oficial el penúltimo de sus escalones. Está satisfecho de "haberme sentido muy bien en el campo por el debut en el equipo y por la confianza que está ofreciéndome el entrenador. La Segunda B cambia mucho en relación a la categoría juvenil. Me adapto con la mayor naturalidad".

Estuvo bien acompañado en el Anexo en día tan señalado para él, porque "Ayoze Placeres me ayudó mucho, me colocaba, me arropaba en todo lo que podía. Reconozco que Oscar Pérez está realizando también una buena campaña. Mi misión es seguir trabajando para esperar mi oportunidad. Quiero jugar el mayor número posible en un puesto donde hay mucha competencia en el club".

Admira a Varane y Pepe

La del debut oficial le llegó en compensación a una labor seria y en constante progresión que el entrenador ha observado en el central. "He llegado al segundo equipo con Ismael, con quien he jugado toda la campaña pasada junto. Estuvimos muy bien en los torneos nacionales. Esa etapa fue muy buena para mí y para el equipo. Porque además hicimos récords defensivos, con buenos partidos en el Campeonato de España. Había llegado mi hora de dar el salto después de tres años".

Le pedimos a Stéphane una propia definición futbolística, para ofrecerla a quienes no le han visto actuar: "Soy un defensa que destaco por mi tranquilidad, mi sangre fría. Siempre trato de jugar desde atrás el balón. Tengo además buen golpeo, fuerte. Es una de mis virtudes. Es algo que se ve muy poco entre los defensas. También voy bien de cabeza. En mi debut casi marco. Los compañeros me pidieron en el partido que lo hiciera todo con tranquilidad".

El año deportivo actual no empezaba bien para Stéphane, al iniciar el verano con una lesión y con una competencia intensa para las posiciones de zagueros centrales. "Tenemos muchos y muy buenos en el club". Descubre el jugador una vertiente algo merengue cuando le solicitamos que nos describa su central icono: "Me gusta mucho Varane, por su tranquilidad, y también Pepe, que defensivamente es espléndido. Yo siempre fui central, aunque en mi etapa prebenjamín en el Longueras era centrocampista. Pero al llegar a Las Palmas, Paco Lemes me dijo: tú, central. Lo tenía muy claro".

Su margen de mejora en los últimos tiempos ha sido el juego aéreo. Tiene una explicación. "En otras etapas no necesitaba saltar mucho para ganar el balón de cabeza", recuerda. "Mido 1.85".

Stéphane, junto a Nili, durante la sesión de estiramientos del filial (C. Torres)

Tiene Stéphane muchas expectativas personales que comienzan con la UD Las Palmas. Y no descarta que algún día pueda dar el salto hacia el campeonato de su otro país. "Mi padre es muy futbolero. Me gustaría en alguna ocasión tener la oportunidad de jugar la Liga de Francia, o incluso estar considerado por las selecciones galas. Eso es muy difícil, sólo lo podría conseguir con mi trabajo".

El debut y el liderato no deslumbran a él y a sus compañeros: "El equipo está tan tranquilo esta semana como la anterior", apunta. "La categoría es dura, con conjuntos en nuestro grupo que son del Norte, juego duro, ... pero nosotros nos sentimos esperanzados. ¿Y si el equipo sube a Primera por qué el filial no puede también hacerlo a Segunda?", pregunta con ambición. "Las Palmas Atlético tiene esta temporada más juventud pero la misma garra que la pasada temporada. Estamos compitiendo con mucha energía".

Stéphane es agradecido con quienes le han ayudado a mejorar: "a Paco Lemes, con quien estuve cuatro años, he de agradecerle todas las mejoras técnicas en mi juego. Se lo debo a él. Con Guillermo Hernández fue mi segundo paso, gran persona y entrenador. Y, antes de Josico, Mingo Oramas en el juvenil. A ambos le agradeceré todos sus consejos. Me han pedido ser buena persona y hacerme querer por mis compañeros. Lo sigue al pie de la letra".

Leioa fue el primer encuentro en su expediente personal. Sólo el principio.