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Las huellas de un hombre de cantera

Domingo Ponce Arencibia fue la cabeza visible dirigente de dos éxitos logrados con jugadores canarios: el primer ascenso del filial (1979) y el cuarto a Primera de la UD (1985)

  • GENTE CON DUENDE
  • 12/03/2014 - 23:30

Manuel Borrego

El 13 de marzo de 1994, en los prolegómenos del encuentro UD Las Palmas-Granada de Segunda División B, el Estadio Insular procedía a brindar un homenaje póstumo al que fuera uno de sus dirigentes más estimados por su vinculación al fútbol regional y al fortalecimiento de la estructura de base de la casa amarilla. Se cumplen dos décadas de la desaparición del doctor firguense Domingo Ponce Arencibia, el hombre que en sus distintas presidencias disfrutó de dos momentos brillantes en la historia del representativo grancanario como fueron el primer ascenso de Las Palmas Atlético a la Segunda División B (el 20 de mayo de 1979, en el campo tinerfeño de El Peñón) y el cuarto de la UD Las Palmas a Primera (el 13 de abril de 1985, en el Santiago Bernabéu), este último cuando en aquel instante pasó a liderar al club amarillo en sustitución de José de Aguilar.

El abrazo de León y Ponce Arencibia, tras lograrse en El Peñón el ascenso de los amarillos a Segunda B, el primer gran éxito del recién creado Las Palmas Atlético (J.M.L.)

 

"A Domingo Ponce se le quería mucho en el fútbol regional", recuerda José Manuel León a Tinta Amarilla. Él fue el entrenador con el que Las Palmas Atlético, uno de los equipos de moda en el fútbol nacional actual, zarpó en 1977 luego de producirse la fusión de diversos clubes importantes de la isla para que existiera una nueva bandera de la cadena filial de la UD Las Palmas, más tarde apuntalada con el impulso que proporcionó a la creación de la escuela del club representativo. Domingo Ponce fue el primer presidente del nuevo filial que cubría el hueco del antiguo Aficionado y lo hizo acompañado, entre otros, "de hombres que conocían bien el fútbol de la isla como Pulido (del Telde), Octavio Barrera (Hespérides), Argimiro (que le sustituyó en el Firgas), Riscallar (Arucas) o Santana Brito (del Sanbrit). Ellos eran su directiva y los que estábamos bajo su batuta siempre sentimos el apoyo cuando Las Palmas Atlético estuvo en aquella Tercera División nacional que era muy potente", valora. León estuvo rodeado en aquel inicio por José Pérez Marrero (segundo), Ernesto Pons (preparador físico) y José Antonio Ruiz Caballero (médico).

Se cumplen dos décadas de la desaparición del recordado presidente firguense

La constitución de Las Palmas Atlético tuvo la curiosidad de que los estatutos empleados para que el equipo tuviera su inicio federativo fueron los aportados por el club Sanbrit, desapareciendo desde entonces para dar paso a la nueva plantilla que iba a ofrecer tan excelentes dividendos al fútbol grancanario.

Ponce era un líder y un hombre de club. Lo había demostrado en sus 23 años como presidente del CD Firgas. El testimonio de León rescata que sus funciones iban más allá que la de mantener relaciones institucionales o gestionar a la entidad por dentro. "Él mismo marcaba las líneas del campo. Esa imagen aún la recuerdo. Se ocupaba de todo. También fue así en la UD Las Palmas. Para mí, el mejor presidente de filiales que conocimos. Era una persona integral, que se hacía respetar por su rectitud. Daba mucha libertad en el trabajo", añade. "Un día, antes de la final del Torneo Teide, vimos jugar al Orotava en los preliminares. Y había un chico que destacaba. Sólo le dije a don Domingo que merecía la pena apostar por él. Y él dijo: "hablemos con él de inmediato". No lo había visto jugar pero tenía total confianza en los técnicos del club. Al principio", continúa León, "el Orotava nos negó la posibilidad de traernos a Luis Saavedra, pero luego su padre rompió con el club de origen y acabaron dándole la libertad. Domingo Ponce respaldó nuestra propuesta a pesar de que algún dirigente de la época se oponía a que Las Palmas incorporase a aquel jugador tinerfeño ... por su isla de procedencia. Hasta el punto que Saavedra vino cobrando el sueldo de la época de Las Palmas Atlético y la pensión completa la abonaba de su bolsillo nuestro presidente de filiales, Domingo Ponce. No nos equivocamos con el jugador".

El equipo de Las Palmas Atlético, el día del ascenso en El Peñón. De pie: Manolo, Toledo, Fernando Castellano, Juani, Gerardo, Mayé. Agachados: Antonio Jorge, Calvo, Benito, Farías y Ayala (Archivo: J.M.L.)

El primer instante de gloria del nuevo filial, que lucía bandas verticales azules y amarillas, llegaría en el campo de El Peñón contra el San Andrés, al ganar 0-1 en la antepenúltima jornada del campeonato de Tercera y conquistar en 1979 su primer ascenso a la categoría de bronce, la que actualmente ostenta con notables resultados. "El partido", continúa León, "tuvo su propio anecdotario con un viaje accidentado. Cuando estábamos en el avión se produjo una avería y no tomó la salida. No olvido su nombre: el Ciudad de Vigo. El comandante de la aeronave apareció, de repente, con un hacha en las manos y con ella golpeó una de las ventanas hasta romperla. Así lograba despresurizar la cabina. Domingo Ponce estaba a mi lado y pasamos un mal momento, con los efectos propios de la presión. Estábamos en la orilla del mar pero como si hubiésemos ascendido a tres mil metros de altura, según nos explicaron. Viajamos por la tarde en otra nave; ganamos, ascendimos y volvimos".

Aquel triunfo fue un momento muy importante para el que más tarde sería entrenador de la UD Las Palmas, al relevar a Antonio Ruiz, y también para el propio Domingo Ponce, el hombre que le comunicaría a León en octubre de 1980 su arribo al primer equipo de la entidad pero ahora con galones de máximo responsable técnico. "Él era un hombre discreto", apunta León, "no quería protagonismo. Fue muy eficiente en el club".

A la izquierda, Ponce Arencibia presenta a Pepe Alzate en el inicio de la temporada 1985-86 en Primera (N.R.)

Otra plantilla de canarios y chilenos

Y con el doctor Ponce Las Palmas volvería a la Primera División, luego de que 1983 se rompiera una etapa de 19 años consecutivos en la élite nacional. El club bajo su presidencia contrató a Roque Olsen como técnico y puso en 1984 a sus órdenes una plantilla experimentada que selló el regreso a Primera cinco jornadas antes de la conclusión del campeonato. La esencia de aquel equipo del doctor Ponce, cómo no, era básicamente canario. Sólo el chileno Koke Contreras y su eficaz compatriota Fernando Santís representaban al fútbol exterior que se acopló con los Manolo López, Pérez, Javi Campos, Julio Durán, Juanito, Narciso, Pepe Juan, Alexis Trujillo, Mayé, Felipe Martín, Benito Morales, Farías, Félix, Saavedra, Sergio Marrero, Javi Melián, Salvador, Miguel Ángel Cabrera, Román, Valencia, Tito Angulo y Roberto, nombres procedentes en una amplia mayoría de los orígenes de los éxitos del club: la cantera, la propia y la de toda Canarias.

Germán Dévora, presidente de honor de la entidad amarilla, recuerda también a Ponce Arencibia como un dirigente de "firmes valores de cantera. Un creyente en ella. Fue un hombre de club que dejó unos pasos a seguir marcando una época de la que todavía hoy se recogen sus frutos".

El 7 de marzo de 1994 fallecía el doctor Ponce; el 13 de ese mismo mes la UD Las Palmas agradecía una labor cuyas huellas aún son las buenas a seguir.

 

 

Domingo Ponce, a la derecha de Roque Olsen, en una fotografía de época de la plantilla que en la temporada 1984-85 lograría el ascenso a la Primera División (Norberto Rodríguez)

 

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