M. B.

Raúl García (22), Vitolo Toledo (21) y Yoni Pérez (21) conservan un rasgo común y diferencial en la plantilla de Las Palmas Atlético que ha firmado ya el retorno a Segunda RFEF. Ellos forman el trío de ascensoristas, con dos saltos consecutivos de categoría en años encadenados. En 2023-24 García y Pérez fueron integrantes del Tenerife B que acabó primero en el grupo canario, mientras Toledo ganó el cielo como miembro del US Yaiza. Aunque antes el lateral diestro grancanario había sido verdugo en el play off de su actual equipo.

Así que en el expediente deportivo del trío se añade un nuevo logro para engrosar un currículo que quieren seguir añadiendo páginas con el amarillo de la UD Las Palmas.

El centrocampista Raúl García acaba la campaña con una sonrisa, luego de haber vivido “duros momentos” por la lesión que sufrió en el partido de su presentación en el Anexo, contra el Arucas. No pudo evitar el quirófano, pero comprendió que “me tocó ayudar a mis compañeros desde otro ángulo, fuera del campo. Me habría gustado estar ahí”.

“Disfruté al final”, reconoce antes de evaluar cómo vivió sus experiencias con los dos filiales del fútbol profesional de Canarias. “Los dos ascensos fueron complicados, porque cada uno tiene sus propias características”, analiza. “El equipo fue competitivo en un grupo donde encontramos también buenos rivales”. El día de autos, Raúl ‘jugó el partido’ desde un lateral del campo. Y no pudo reprimir sus impulsos cuando su compañero José Ángel se fue en solitario hacia el portero de la UD Ibarra. “Desde ese momento yo ya salté porque veía que iba a acabar el gol. Corrí como el resto de los compañeros. Allí se montó una fiesta entre todos. Sabíamos la importancia de ese tanto”.

El camino de Vitolo Toledo con el US Yaiza fue más largo, porque tuvo que atravesar en 2024 el peaje del play off. Ahora, con Las Palmas Atlético, celebra también su primer campeonato de la Tercera RFEF. Coincide con sus compañeros que “los dos ascensos fueron complicados. Aunque nosotros este año estábamos convencidos de que el trabajo nos iba a dar el fruto y que íbamos a conseguir ser primeros”.

Considera que la clave en los momentos de inquietud fue “la unidad del grupo, el afrontar todos unidos como equipo. Se redujeron algunos puntos de nuestra ventaja, pero estábamos seguros de que el final iba a ser el ascenso” por la vía directa.

“¿El segundo gol?. ¡Uff!. Lo vivimos todos, nos escachamos en la montonera. Realmente fue un momento muy emotivo y no sabíamos qué hacer”, reflexiona. “Los ascensos llegan y rara vez se ven dos veces”, como ahora le ha ocurrido.

Yoni Pérez, por su parte, también tuvo un inicio complicado en Las Palmas Atlético a causa de una lesión. El zurdo centrocampista tinerfeño apostó por una recuperación sin quirófano y, felizmente, el tiempo le ha dado razón. Su reaparición se produjo en enero y ya no perdió el sitio hasta el episodio final con el ascenso en el bolsillo.

“Yo también creo que los dos ascensos que he vivido han tenido cada uno su característica difícil. Esta temporada teníamos en competición a muy buenos equipos, especialmente el Tamaraceite y el San Fernando. Pero el equipo no mostró dudas en su convicción”, señala.

Advierte que “quizá desde fuera” pudieron surgir algunas incógnitas cuando se redujo la ventaja de diez puntos, pero “nosotros no. El nivel se mantuvo y entre todos hemos logrado lo que estábamos seguros de que iba a suceder”.

Raúl, Vitolo y Yoni son, en realidad, los chicos del trébol de cuatro hojas de las dos últimas temporadas en Canarias.