Los vecinos de la calle Manuel González Martín sabían que cuando se producía una larga hilera que daba vuelta al estadio y veían coches estacionados en doble y triple fila que taponaban la vía, algo grande estaba por venir. Esa es la imagen vintage de la cola del viejo Insular, paisaje callejero de antaño que ya es recuerdo para los aficionados más longevos de la UD Las Palmas. A la escena solo le falta el olor a jarea ... de calamar.