El arte de dominar la línea del fuera de juego

La coordinada línea defensiva de la UD Las Palmas ha hecho incurrir 95 órsays a los equipos rivales en los 20 primeros partidos del campeonato

La coordinación de la última línea defensiva de la UD Las Palmas, una de las claves del éxito hasta el momento en la campaña de Primera División (C. Torres)

Manuel Borrego

“Sabemos cómo hacer daño a la UD Las Palmas” han pronosticado varios técnicos rivales en víspera a afrontar el partido de Liga ante los futbolistas de García Pimienta. Entre ellos, entrenadores prestigiosos como Diego Simeone o Xavi Hernández. Observaron en el solar existente entre la adelantada última línea de los amarillos y Álvaro Valles un filón para encontrar soluciones erosivas. Pero, en general, el conjunto grancanario ha salido airoso en el campeonato, mostrándose como una de las dos mejores defensas (o sistemas) del campeonato actual.

Más allá de la defensa a través de la posesión, la UD Las Palmas domina el arte del fuera de juego rival. Es una constante en muchos partidos, subrayados por el siguiente dato: Los 20 rivales (repitió el Villarreal) a los que se ha enfrentado la UD Las Palmas han cometido 95 infracciones por situación antirreglamentaria de algún futbolista.

Esa cantidad es fácilmente analizada cuando se observa la cantidad de fuera de juegos cometidos por los equipos en esos partidos. El que más, el Atlético de Madrid (63 fueras de juego), seguido de Real Mallorca (62), Villarreal (56), Barcelona y Sevilla (52). Los delanteros de Las Palmas han visto 52 banderazos por comisión de situación avanzada. Habría que matizar que el Barça cometió ante la UD Las Palmas una cuarta parte de sus fueras de juego de la campaña; dato muy ilustrativo.

A la vista queda que el sistema de juego de los amarillos de Pimienta empeora cualquier media general de los equipos rivales. El conjunto que cometió más órsay (término ya recogido por la RAE) ante Las Palmas fue el FC Barcelona precisamente: 14 infracciones, seguido de Villarreal en Gran Canaria (8), Alavés (7), Mallorca, Real Madrid, Sevilla y Almería (6), Granada, Betis y Cádiz (5), Real Sociedad, Girona y Villarreal en La Cerámica (4), Atco. de Madrid y Athletic de Bilbao (3), Valencia, Celta, Rayo Vallecano y Getafe (2), cerrando Osasuna (1), el que menos. Porque ningún rival de los amarillos acabó el partido con el 0 en este registro estadístico.

La coordinación y la sincronía en los movimientos, el sentido de anticipación, la rapidez de piernas en el repliegue y las decisiones arbitrales ahora apoyadas en la Sala VAR son factores determinantes en esta alta producción del achique de espacios que ha logrado firmar la Unión Deportiva.

El fuera de juego rival fue un arma boomerang utilizada desde hace mucho tiempo en el fútbol moderno. Quizá la selección belga de la etapa de Goethals y Thys pueda ser un ejemplo del exitoso empleo de la última línea de un equipo. Aquel conjunto tenía otro estilo de juego, con mariscales en la retaguardia como el portero Jean Marie Paff o los zagueros Meeuws y Eric Gerets. Los diablos rojos de los ochenta y parte de los noventa sorprendían a sus adversarios con esos mismos conceptos coordinados y sincronizados.

“Tuvimos que dar una vuelta a la manera de defender”, reflexionó García Pimienta tras sus primeros meses en el club después de relevar a Pepe Mel. “Encajábamos muchos goles”. El éxito de su razonamiento ya fue apreciable en el registro de goles encajados en la temporada del ascenso (29) y en la trayectoria de la actual campaña (17).

Y tendríamos que añadir que si algo falla y alguien escapa … ahí está el gigante Álvaro Valles.