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Opinión

"No es un naufragio; es un aviso"

  • EL OTRO PARTIDO
  • 08/01/2024 - 16:28
"No es un naufragio; es un aviso" El once de la UD Las Palmas en el Heliodoro (UDLP.es)

Manuel Borrego

 

Leemos detalles de una crónica de hace justo 50 años, precisamente tras un partido de Copa disputado el 9 de enero de 1974. Pascual Calabuig reflexionaba en El Eco de Canarias sobre la derrota 1-0 frente al Baracaldo, militando entonces la UD Las Palmas en la máxima categoría. “No es un naufragio; es un aviso” decía: “un aviso que calienta las orejas del aficionado isleño defraudado porque no es esperaba la derrota. Y menos esperaba conocer afirmaciones en el sentido de que dominó más el Baracaldo y mereció vencer más claramente”.

 

Rescatamos este breve episodio de la historia del club grancanario para recordar que lo ocurrido en el Heliodoro este pasado domingo no es un hecho aislado ni ha sido la primera decepción de una UD de Primera que cae ante un rival de inferior categoría. Y, además, ofreciendo un primer periodo de bajas prestaciones futbolísticas.

 

Hay más casos, por supuesto. Ocurrió en 2000-01 con Sergio Kresic frente a la Gimnástica Torrelavega, también a partido único y como visitante. O un año después, con Fernando Vázquez, frente al Novelda. Por cierto que aquel desaguisado de Lasesarre se pudo arreglar luego en el Insular (5-1), para alcanzar más tarde las semifinales frente al Real Madrid.

 

Pero no está el comentario de nuestro recordado compañero en los medios informativos acerca de convertir el dramatismo en un ‘orejas tiesas’. La UD Las Palmas debe regresar de Santa Cruz comprendiendo que no se puede levantar el pie del acelerador, ni perder la perspectiva del sacrificio en el juego para conseguir los objetivos. El aviso hay que recibirlo porque todavía quedan muchos puntos en juego en la Primera División y cada uno de ellos es un valioso pedazo de permanencia que aún no está conquistada.

 

La primera parte del campeonato de Liga merece enmarcarla en justa medida, con los 25 puntos logrados que colocan a Las Palmas a 15 teóricos de su principal destino. El lunar del derbi no es el Krakatoa, pero sí es una llamada a reclamar la concentración máxima que se ha mostrado en el en la amplia mayoría de las 19 jornadas del campeonato regular.

 

La derrota es un resultado posible; la forma de producirse es lo innegociable. El primer tiempo del Heliodoro, sean cuales sean las circunstancias de ese tramo del partido, no es el camino. Ni tampoco es un detonante para deshacer lo mucho que se ha conseguido con trabajo, talento y unión.

 

De puertas para adentro, García Pimienta ha debido tomar apuntes para que no vuelva a suceder. Y la dirección deportiva, en lo suyo, para no despreciar la puerta giratoria que inevitablemente está siempre abierta.