B. Pérez

La victoria 81-77 del Gran Canaria sobre el Slask Wroclaw dejó “un sabor agridulce” al entrenador Jaka Lakovic. Al esloveno no le gustó el final de partido, con la pérdida de la ventaja amarilla para quedar en cuatro puntos.

“Pienso que entramos en el partido con la mejor mentalidad, y creo que jugamos sólidos unos 25 o 30 minutos. Pero al final dejamos de jugar al rival. Le dimos la oportunidad y Slask Wroclaw supo atacarnos para estar ahí. Ganamos, pero nos vamos con un sabor agridulce porque tenemos que hacerlo mejor”, ha dicho.

En este sentido, Lakovic reconoció que “nos hemos relajado totalmente en defensa, hemos dejado de correr, de defender y como siempre decimos todos los rivales juegan. El Wroclaw tiene también calidad. Han aprovechado nuestra falta de mentalidad en el último cuarto para hacer este parcial que al final pone un punto negro al encuentro”.

De tal forma que “podemos sacar muchas conclusiones de este partido sobre cómo hacer las rotaciones: quién puede y quién no puede. Al final esto es un deporte profesional en el que todos tienen que dar cada momento el ciento por ciento. A nivel interno haremos también nuestros análisis y también jugar como equipo”.