Marvin y la maniobra de libro en el primer gol

Manuel Borrego

 

Se quejó Gaizka Garitano con amargura por las dos obras realizadoras de la UD Las Palmas en el estadio de Los Juegos del Mediterráneo. “Con tantos jugadores en defensa en esas acciones no podemos cometer este tipo de errores”, dijo el nuevo preparador almeriense.

 

Quizá en el 1-2 tenga razón, porque el balón que remata Sory Kaba es una ‘asistencia’ de sus propios zagueros, convertidos en manojo de nervios. Pero en el 0-1, anotado por Munir, pasa de largo que la acción atacante de los amarillos responde en realidad al manual tradicional del fútbol ofensivo: Extremo que busca la línea de fondo y delantero que ataca el primer poste.

 

También quizá Garitano se refiera a que Marvin Park, el asistente del 0-1, se revolvió entre varios defensores locales para ganar el espacio hasta su centro. Pero no puede poner una objeción al resto de la maniobra, que resultó perfecta. Pasa por alto el entrenador del Almería que, ya antes de ese tanto de apertura, Las Palmas había desbordado por ambos extremos a su última línea. Sergi Cardona colocó un balón desde la izquierda que no encontró rematador. Y el propio Marvin Park, ganando un carril tras los zagueros, se encontró con la pierna del portero Fernando cuando su pase ya iba al punto de remate donde estaba el ariete amarillo. El primer gol de la UD no fue, en suma, un producto casual.

 

Y nos fijamos en Park en esta oportunidad porque, en su primera titularidad de la temporada, García Pimienta cambió el plan para la banda derecha. Pejiño estaba actuando por ese sector, a pierna cambiada. Al barbateño le ha faltado a veces hacer lo que su compañero balear, quizá obsesionado en abrir huecos desde la frontal para su potente disparo. Ese arma ya fue muy valiosa la pasada temporada, pero lo será más cuando sea un recurso imprevisible para la defensa rival.

 

Las Palmas ganó en Almería por insistencia, a pesar de que durante algunos minutos del segundo tiempo extravió la brújula. El final de partido pudo conquistarse mucho antes, sin necesidad de anotar un tanto in extremis y la habitual llamada al cardiólogo. Cada jornada que transcurre el equipo da muestra de más recursos y de aprendizaje sobre el terreno.