El gol de libre directo del defensa central reivindica a los especialistas a balón parado que están a las órdenes de García Pimienta
B. Pérez
La estadística de las 9 jornadas cubiertas en Primera División concede tres goles de libre directo en los 90 partidos ya disputados. Uno corresponde al FC Barcelona (Ferrán Torres), otro al Betis (William José) y un tercero a Las Palmas (Saúl Coco).
Ya hemos explicado en alguna otra ocasión que en otras etapas de la Liga la especialidad del libre directo estaba muy repartida, con grandes especialistas en casi todos los equipos.
Por las razones que fuere, incluso por un minucioso estudio para las mejores defensivas en la barrera, el libre directo es un arma en desuso. Al menos en efectividad.
Coco precisamente es un francotirador de notables condiciones. Lo demostró en marzo pasado, cuando anotó ante Botsuana con la selección de Guinea Ecuatorial. Y ahora ha vuelto a hacerlo, para subrayar su nombre entre los especialistas actuales de Primera División.
Como botón de muestra, durante la pasada temporada solo hubo una firma de gol de falta en la UD Las Palmas, con un total de 19 intentos. ¡Y qué gol!. Porque con el anotado por Sandro Ramírez en Ipurúa la UD Las Palmas dio un salto en la clasificación que resultó definitivo para su ascenso de categoría.
Coco y el propio Sandro son dos jugadores que tienen un golpeo con denominación de origen, por así expresarlo. Pero hay más especialistas en la UD Las Palmas que no se han destapado de la manera que podrían hacerlo. Kirian ya mostraba en filiales esta habilidad a balón parado que ahora delega en otros compañeros. O el propio Loiodice, que vino precedido de una calidad de disparo con la zurda que ha aplazado en demostrar con toda su intensidad. Al menos en la especialidad.
Son ejemplos ya conocidos, como también podría serlo Moleiro. El gol de Coco en La Cerámica es una nota más en los apuntes de García Pimienta. Cosa de navegantes: Si no aparece el viento, hay que buscarlo.