Opinión

Luchar con el corazón, defender con la cabeza

Manuel Borrego

 

En una Liga tan comprimida, tan democrática como es la Segunda División, puede pasar de todo. Un gol lo cambia todo; reaparece el optimismo y se ocultan los del vaso agujereado. Es difícil de explicar cómo una carrera de 42 jornadas puede decidirse por unos pocos pequeños detalles. Y así puede ocurrir hasta el final, en una prueba de fondo donde la UD Las Palmas afronta las tres últimas curvas yendo en cabeza.

 

El big data que consultamos en el día previo de la visita al estadio de Ipurúa le asignaba al equipo de García Pimienta un 12% de opciones para el ascenso directo, asegurando más las posibilidades de promoción. Sin embargo, la emotiva victoria en feudo armero le ha hecho cambiar de opinión, colocando ahora al equipo amarillo un 35% de posibilidades de ascenso directo y un 64,5% de paso por el play off. El tanto de Sandro, las paradas de Valles y la defensa enérgica de los grancanarios ha modificado el escenario que pintaban.

 

No tiene en cuenta en este análisis la cantidad de pases, los momentos de dominio ni las situaciones malogradas como, por ejemplo, los 20 disparos a los palos rivales que acumulan en 39 jornadas esos mismos jugadores. Tienen en consideración el resultado frío y sus inmediatas secuelas, porque las sensaciones viajan en otro convoy analítico. El fútbol en realidad es así, viviendo de lo inmediato.

 

Todo, repetimos, todo lo que ha conseguido hasta ahora esta temporada la UD Las Palmas pasa por no ser una esponja defensiva. Esas 21 porterías a cero (léase: media Liga ya sin encajar un gol) es el mayor aval de cuanto se podría hablar del modelo de juego, plan de partido o estilo de los jugadores de García Pimienta. El talento y la generosidad ofensiva se sobreentiende y siempre aparece antes o después.

 

Y nada, repetimos, nada sería posible sin el compromiso y las ganas que han puesto en la mayoría de las ocasiones una plantilla que no tiene escapatoria para la batalla. Quedan 270 minutos de campeonato regular y Las Palmas acude a afrontarlos con dos actuaciones en el Estadio de Gran Canaria y una visita a Cartagonova. Nueve puntos y previsiones cargadas de inexactitudes … porque los números no tiene rigurosidad desde que el balón se pone en movimiento.

 

La afición grancanaria va a llenar el recinto de Siete Palmas este próximo domingo, en un partido donde un peligroso equipo filial (Villarreal B) se cruza en la ilusión de los grancanarios, los que siempre han estado aquí leales a su escudo; los que le vieron en Segunda B, la animaron en los momentos de decaída o en esos instantes crueles que también se han vivido. Los jugadores de García Pimienta no tienen otra motivación que salir a la batalla porque, insistimos, ya están a la puerta de la eternidad y les queda pasar el umbral.

 

Es el momento cumbre de la temporada, donde hay que gestionar bien las emociones. Porque no se puede cesar en la pelea, que emerge desde el corazón, pero hay que mantener la cabeza fría para que crezca ese número de porterías a cero que tantas alegrías está proporcionando. Cuando se firma una nueva, saltan los dividendos. Y la mayor ganancia ahora es la Primera División.