Los tres jugadores de la UD que salieron en la segunda parte llegan antes que los zagueros de la Ponferradina en la jugada que reventó el partido
Manuel Borrego
Explicó Eric Curbelo tras la victoria 2-0 sobre la Ponferradina que “lo ocurrido en la segunda parte” era una consecuencia “de lo sucedido en la primera mitad”.
Con esa breve exposición el jugador satauteño razonó por qué la velocidad fue determinante en la conquista de los tres puntos tan valiosos que mantienen a la UD Las Palmasen la primera posición. El cansancio físico y mental de los defensores, tras muchos minutos centrados en desbaratar las iniciativas de la UD Las Palmas, acabó por pasar factura en los 15 minutos finales del encuentro.
De esta forma, el repliegue y el orden defensivo de la Ponferradina no fue proporcional en el tramo final del partido, cuando ese cuarteto defensivo ya tuvo serios problemas para seguir las zancadas de los atacantes amarillos que salierondel banquillo.
Y eso fue lo que se reflejó en la jugada del gol de apertura, que se inicia desde posición defensiva. En vez del juego combinativo por el centro, Alex Suárez emite un balón largo y vertical para la carrera de Marvin Park. El futbolista balear arranca un par de metros detrás de Adri Castellano, pero su velocidad no la puede contrarrestar un defensor que, además, está amonestado.
Pero no es solo Park. Por los otros perfiles del ataque amarillo también desbordan en la carrera Marc Cardona y Sandro Ramírez. Los tres son precisamente los jugadores de banquillo involucrados en el gol. Marc llega antes que los dos centrales al primer posible remate, pero el balón pasa de largo. Pero es Sandro, que ya tenía a su espalda a Adot, el que finalmente fusila y convierte en buena la teoría de Curbelo.