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"Franco me dijo: Bravo, capitán"

Leocadio Vega rememora la final juvenil ganada en 1972: "Entramos acojonados, pero el Brujo Manolo Torres nos tranquilizó y en la segunda parte borramos al Real Madrid"

  • GENTE CON DUENDE
  • 20/05/2022 - 10:21
"Franco me dijo: Bravo, capitán" Leocadio Vega alza el trofeo de campeón de España juvenil de 1972 ... 50 años después, en el acto conmemorativo (C. Torres)

Manuel Borrego

 

Leocadio Vega tuvo el honor de ser el primero de los amarillos en subir al palco del Bernabéu donde Francisco Franco y su esposa, Carmen Polo, esperaban a los jugadores del juvenil de la UD Las Palmas. En 1972 el equipo grancanario se hacía con el campeonato de España de clubes y ese día, tras ganar 1-2 al Real Madrid, el equipo firmaba la más grande gesta de la entidad en la categoría. Se convertiría en el primero de los títulos nacionales de la UD Las Palmas como entidad.

 

 

50 años después, Leocadio tiene el recuerdo de aquellos días muy fresco. Se acercó a recoger el trofeo y tras las reverencias previas, “Franco me dijo: Bravo, capitán. No recuerdo más porque a partir de ahí empezó nuestra fiesta. El levantar el trofeo de campeón fue un momento privilegiado para mí que hoy aún lo valoro más”.

 

Admite el entonces capitán de los amarillos que “salimos al campo acojonados. No éramos nosotros en el inicio del partido. Ellos tenían un gran equipo, no habían perdido; nos lo habían puesto por las nubes. Y Las Palmas tampoco. Pero el ambiente y el escenario nos influyó. Lo pagamos al principio y naufragamos en el primer tiempo”.

 

Sin embargo, aquel primer momento no fue el que decidió el destino de la Copa. “En el descanso, el Sabio y el Brujo nos hizo recapacitar. Me refiero a nuestro entrenador, Manolo Torres. Nos dijo a todos que jugáramos el partido sin complejos. Que faltaba un segundo tiempo donde teníamos que ser nosotros mismos. Y así, a los cinco o seis minutos del segundo tiempo, el partido era otro. Acabamos borrando al Real Madrid del terreno de juego en la segunda parte”.

Reflexiona también sobre el partido: “Creo que debimos haber ganado por una mayor cantidad de goles. No es lo que yo pueda opinar. Es que el Real Madrid fue un equipo elegante, muy deportivo. Su capitán, en nuestro jolgorio, vino hasta donde estábamos y nos reconoció la superioridad en la segunda parte. Quizá ese fue el primer homenaje que recibimos: el reconocimiento del equipo rival de una derrota. Lo hizo de forma señorial y aún hoy nos reconforta esta actitud de saber perder el partido que tuvo el Real Madrid de entonces. Durante años fuimos amigos y posteriormente nos carteábamos …”

 

Ganar en el estadio del Real Madrid supo todavía más. Porque, como antesala de la final de Copa entre el Atlético de Madrid y el Valencia, el juego de la UD Las Palmas juvenil en la segunda parte también cautivó a las gradas. “Las dos aficiones acabaron por situarse a nuestro favor, tanto la del Atlético como la del Valencia. Coreaban nuestro juego y … noté como si jugáramos en casa. Aquello fue atronador, hasta las tracas sonaron en nuestro honor”.

 

“En aquel momento no fuimos conscientes de lo que habíamos hecho”, añade. “Empezamos a comprender la dimensión de lo que significaba cuando al bajar del avión vimos a todo el pueblo grancanario esperándonos en el Aeropuerto para llevarnos a la ciudad. De hecho, el capitán de aeronave cuando nos acercábamos dijo: Felicidades, aunque ustedes no saben la que les espera en la isla. Porque tenía noticias a través de la radio de lo que ya se estaba organizando. La carretera general del Sur está colapsada”.

“La gente en Gran Canaria mostró la alegría, su necesidad de tener una victoria deportiva de esa resonancia. Nos jaleaban, nos llevaron en guagua y lo que había alrededor era inenarrable. Las muestras de cariño y de alegría no cesaban”, comenta Leocadio.

 

“De aquel equipo varios jugadores llegaron al primer equipo. Pero había calidad en todos, desde el portero hasta el último jugador”, valora desde la distancia temporal. “Había mucha competencia en aquel momento en la UD Las Palmas, porque aún estaban los grandes futbolistas de la época. Pero la gloria juvenil, esa fue nuestra”.

 

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