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La apasionante vida del león indomable Atouba

El ex jugador de la UD Las Palmas describe los detalles de su trayectoria profesional, con errores, aciertos y duras vivencias

  • GENTE CON DUENDE
  • 16/01/2022 - 20:06
La apasionante vida del león indomable Atouba Tim Atouba posa para Tintaamarilla.es en su etapa como jugador de la UD Las Palmas (C. Torres)

 B. Pérez

 

El camerunés Thimotee Atouba pasó por la UD Las Palmas de 2012 a 2014 y apenas jugó 11 encuentros. Pero el veterano ‘león indomable’, zurdo y elegante futbolista, dejó un recuerdo grato en aquel ciclo de Sergio Lobera. No sabía entonces que su último partido profesional lo iba a disputar con la UD Las Palmas, en la Copa del Rey frente al Almería. Desde entonces, decidió colgar las botas y ahora reside en la capital de Camerún, Yaundé, donde realiza labores asociadas a su experiencia en el deporte.

 

Los medios holandeses lo buscaron tras desaparecer de los torneos futbolísticos y meses atrás rescataron de Atouba la historia de su vida, un relato marcado entre la gloria de haber actuado en grandes clubes europeos (Hamburgo, Basilea o Ajax) y el infortunio, considerado incluso en una votación popular como el peor refuerzo del Ajax en su historia. No se tuvo en cuenta el condicionante de una lesión.

 

Atouba habló en Vicesport de su infancia, de los 17 hermanos que tuvo, de sus deseos de ser profesional del fútbol empezando por cobrar 40 euros mientras vivía de la amabilidad de un familiar. También desmenuzó sus ciclos deportes y de su paso por la UD Las Palmas, entre otros interesantes asuntos. Describió los episodios racistas que debió padecer y su actual actividad en Camerún, ayudando a futuros talentos a "no cometer errores" como los que él cometió.

 

Recuperamos algunos pases del relato de un jugador que cautivó a los aficionados grancanarios a pesar de no haber mostrado en la isla todo su potencial:

 

Yo era flojo en la escuela; no voy a mentir. Cuando todos mis hermanos (17 en total) estaban preparados para ir a la escuela por la mañana, todavía tenían que despertarme. Por eso decidí desde niño que el fútbol será mi trabajo”

 

Crecí en una familia numerosa en Yaundé. Mi padre tenía un buen trabajo como contable. Tuvo cinco hijos con su primera esposa, cuatro de ellas niñas, y seis más tarde. Mi padre también se hizo cargo de algunos sobrinos y sobrinas, por lo que en nuestra casa vivían un total de 25 niños. Fue un gran momento en mi vida. Siempre había alguien con quien jugar

 

Cuando tenía trece años mi padre me llamó porque había fracasado una vez más. Me dijo: Sé que no eres malo en la escuela, pero simplemente no haces nada. ¿Qué quieres hacer con tu vida?, preguntó. No dudé y dije: "Quiero ser futbolista". Mi padre no creía que ese fuera un trabajo de verdad. Suspiró profundamente, pensó por un momento y me miró fijamente y dijo: “Hija mío. Si quieres ser algo en ese mundo (fútbol), sé el mejor. Porque hay mucha gente que quiere lo mismo que tú”.

Esa fue su manera de darme permiso y en ese momento yo era libre. Cuando mis hermanos iban a la escuela en la mañana yo entrenaba en mi club Mineduc FC. Cuando tenía diecisiete años, conseguí un contrato con Unión Douala. El fútbol en Camerún no es profesional. Unión Douala ni siquiera tenía una casa donde yo pudiera ir a dormir. Afortunadamente, un hermano conocía a alguien que vivía en Douala y lo convenció para que yo pudiese ir a dormir (a su casa). Conseguí un contrato de 25.000 francos al mes. Al cambio son unos cuarenta euros

 

En Europa me conocieron como defensa, pero en Camerún jugué como número diez, falso delantero o extremo izquierdo. Mi tercer partido con el Unión Douala fue el derbi contra el Canon de Yaoundé, el club más famoso de Camerún. Ganamos 3-1 y marqué el último gol del partido. Pierre Lechantre, entonces seleccionador nacional de Camerún, estaba en el estadio. Fue al vestuario y me dijo: "Te voy a llamar para la selección". Yo no lo podía creer. Todo sucedió tan rápido. Unas semanas más tarde estaba en la selección de Camerún con Lauren, Geremi y Samuel Eto'o”.

 

En Camerún todos estaban asombrados, porque preguntaban quién era yo, el único que todavía jugaba en un equipo del país. Pero en el año 2000 me fue bien con la selección a la Copa de África. Estuve en el banquillo todos los partidos con todos esos grandes jugadores. Siempre estuve feliz de estar en el equipo cuando tenía 17 años. Simplemente lo disfruté muchísimo. Estaba en primera fila cuando Camerún ganó la Copa de África”

 

Ese mismo año el seleccionador nacional Lechantre recibió una llamada desde Suiza. Neuchatel Xamax me quería. Me aconsejó que firmara por el club suizo porque aprendería mucho. La forma de vida en Europa era completamente nueva para mí y el profesionalismo del fútbol me impresionó mucho. Tuve que adaptarme, ya no se me permitía llegar tarde y tenía que seguir todas las instrucciones. Otros africanos del equipo,  Augustine Simo y Pape Malick Diop, eran como hermanos mayores para mí. Tuve que aprender incluso a ir al supermercado

 

Mis facturas telefónicas fueron mi mayor problema en Suiza. Toda mi familia estaba en África y tenía que hablar con ellos todos los días. Gasté así mucho dinero. Los costos fueron tan altos que ni siquiera me atrevo a decir las cantidades ahora. Era demasiado. Una vez que le dije a mi padre cuánto dinero gasté y me dijo: "Por favor Tim deja de llamar". Luego colgó inmediatamente”.

 

Tras luchar por la permanencia en Neuchatel, firmé por Basilea que es el club más grande de Suiza, después de un año y medio. Salimos campeones, ganamos la Copa y entramos en la Champions League. Conocía el himno de la Champions a través de televisión. Y de repeten estaba en esa competición. Todos mis amigos y familiares africanos me llamaron y me enviaron mensajes de texto. “¡Eres de Yaoundé y ahora vas a jugar la Champions League!”, dijeron. Fue una gran aventura donde realmente disfruté de mi trabajo”. 

 

En Inglaterra, cuando firmé por el Tottenham, descubrí algo. Esperaba que el cambio de Basilea FC a Tottenham Hotspur fuera otro paso en el profesionalismo. Pero en el Tottenham Hotspur no te enseñan a ser profesional, ya tienes que serlo. A veces solo tienes una hora de entrenamiento al día. Si no te cuidas el resto del tiempo, estás jodido. Puedo decir eso. Tottenham era un gran club, tenía buenos compañeros allí y el ambiente en la Premier League es genial. Pero tenía demasiadas heridas pequeñas, porque no sabía cómo resolver. Cuando no estábamos entrenando, estaba en casa en el sofá todo el día. Nunca he jugado al ciento por ciento en el Tottenham. Lo lamento mucho ahora”

Martin Jol pronto se convirtió en el entrenador del Tottenham. Afortunadamente teníamos una buena relación entre nosotros. Martín me dio libertad en el campo porque le gustaba mi estilo de juego. Me ubicó como lateral izquierdo y me dejó subir al ataque mucho. Pero pronto tuve una discusión con Frank Arnesen, (ex jugador del Valencia) entonces director de fútbol del Tottenham. Me había dado un contrato por cinco años, cuando en realidad quería firmar por tres años. Durante la temporada le pregunté si quería cambiar eso a un contrato de tres años. Él no quería eso. “Entonces me iré del Tottenham Hotspur”, dije. Al final de la temporada decidí no volver a Londres tras un parón internacional”

 

Recibí una gran multa del Tottenham Hotspur, pero no pensé que fuera un problema. Tal vez pensaron que era estúpido porque soy de África. Pero eso no es cierto. Sentía que no me estaban tratando justamente. Nunca he tenido problemas para defenderme en Europa, porque de todos modos no tenía la intención de quedarme en Europa por el resto de mi vida. Ese verano me llamó Hamburgo SV me querían. ¿Por qué no?, dije. Fui traspasado a Alemania”

 

Hamburgo fue fantástico. La Bundesliga es la mejor liga del mundo. Tuve a Thomas Doll como entrenador, un chico joven y bueno. Era como si fuera un compañero de equipo. Estuve en el equipo con Rafael van der Vaart, Nigel de Jong, Khalid Boulahrouz, Daniel van Buyten, David Jarolím, Sergej Barbarez, Romeo Castelen y Vincent Kompany. Teníamos un equipo muy bueno. Después de Thomas Doll llegó Huub Stevens como entrenador. Creo que tiene el mismo efecto que José Mourinho en sus jugadores. Huub entró en Hamburgo con mucha frialdad. Su rostro siempre estaba enojado, excepto cuando ganábamos.

 

Quería Stevens que trató yo cambiara mi juego. “No, entrenador”, le dije, “yo no juego así. Tengo mi propio estilo. No puedes cambiarlo. También critiqué la abundancia de preparación física. Ahora me doy cuenta de que me equivoqué entonces” (…) “Hubb Tenía que hacer su trabajo y no tenía tiempo para tonterías. Como no escuché, me echó. Me dieron un programa físico que era tan duro que pensé que Huub quería matarme. Después de cuatro días fui directamente a la oficina del entrenador. Le dije: “Huub, ya no voy a hacer esa preparación. O rescindes mi contrato ahora, o puedo volver a la plantilla, porque estoy aquí para jugar". Entonces Huub finalmente comenzó a reír. “Ahora nos hemos encontrado”, dijo. Ahora debes hacer lo que te digo. Así que lo hice. Huub fue duro al principio, pero al final nos divertimos y mantuvo al equipo en la Bundesliga”

Fui un jugador popular en Alemania entre los seguidores del Hamburgo. Mis trucos con el balón gustaban, los había aprendido las calles de Camerún, ahí es donde todos juegan así. Pero en un partido europeo, la multitud se equivocó por completo. Cuando jugamos en casa contra el CSKA de Moscú en la Champions League, cometí en el partido un penalti para el CSKA. Al ser relevado en la segunda parte sucedió que alguien en la grada se puso de pie. “¡Maldito mono!”, gritó. También escuché ruidos como “¡Ooh! ¡Oh! ¡Oh!". Todo el mundo sabe lo que eso significa. Entonces levanté mis dedos hacia la audiencia. El club trató de detenerme. “¡No, que se jodan todos!”, grité. El árbitro se me acercó y me sacó tarjeta roja, aunque ya me habían sustituido. Tuve que tomar una ducha de inmediato”


 

Al día siguiente, la directiva del Hamburgo quería que me disculpara con los seguidores. Yo quería hacerlo. “Pero primero quiero una disculpa del club”, dije. “Por lo que me hicieron unos aficionados en la tribuna VIP de Hamburgo mientras sudaba por el equipo. Eso no es normal". Hamburgo escribió una carta de disculpa por mí a los seguidores, pero eso no me cayó bien. ¿Cómo podrían algunos fans ser racistas conmigo y yo debería ser el único en disculparse? Por un lado, me arrepentí de haber levantado el dedo, porque mis hijos también lo vieron. No sabía cómo explicarles eso. Pero en ese momento estaba tan enojado que no pude evitar la reacción”

 

Esa no fue la primera vez que tuve que lidiar con el racismo en el fútbol. En Londres, cuando jugamos con el Tottenham Hotspur contra el Manchester City, el capitán del Manchester City me llamaba todo el tiempo 'jodido chimpancé'. Durante el partido fui al árbitro a decirle algo. El árbitro solo me dijo que mantuviera la calma, pero no pensé que eso fuera suficiente. Dunne continuó: “¡Maldito chimpancé! ¡Maldito chimpancé!”. Así que la próxima vez que nos cruzamos le di un puñetazo fuerte. Solo quería lastimarlo. El árbitro no lo vio, pero una cámara lo captó. Después fui multado por la FA por ese golpe. Le expliqué por qué sucedió, pero no importó” (...) “Ahora, cuando alguien es racista conmigo, lo miro y sonrío. El silencio les duele.

 

Cuando Martin se fue al Ajax necesitaba un lateral izquierdo. Me hizo una oferta. Fui a Amsterdam y hablé con Martin sobre el Ajax. Rápidamente llegamos a un acuerdo. Estaba muy contento con la mudanza a una ciudad bonita y tenía mucha confianza porque el entrenador y yo ya nos conocíamos. Pero no tengo buenos recuerdos de mi primer partido con el Ajax. Fue contra el PSV, un buen equipo. Noté que aún no estaba al cien por cien y que no tenía un buen click con mis compañeros. A veces quería jugar el balón largo, pero el Ajax siempre quiere jugar al tiki-taka, como el Barcelona. Me frustré mucho. A menudo perdía el balón porque no entendía a mis compañeros. Fue mi culpa que perdimos ese juego. Recuerdo que Luis Suárez se me acercó en el vestuario después del partido. Estaba furioso y me golpeó fuerte. Ni siquiera me enojé con él. Era una crítica justificada”

 

Más tarde me lesioné el menisco durante un partido con Jong Ajax. Por lo tanto, el Ajax ha sido el peor período de mi vida como futbolista. Realmente lo peor. Al final de la rehabilitación me permitieron ir a Camerún a ver a mi familia. De repente sentí mucho dolor en esa rodilla. Ya no podía caminar normalmente e inmediatamente volé de regreso a los Países Bajos. ¿Qué resultó? Había una infección en mi rodilla. Fue horrible. Tuve que buscar una solución y fui de especialista en especialista. Incluso se volvió a abrir la rodilla para ver qué estaba mal. No encontraron nada, pero el dolor permaneció”

Cuando Frank de Boer se convirtió en entrenador en jefe del Ajax me llamó a su oficina. -Thimothee -dijo-. “Quiero decirte que ya no cuento contigo. Rescindiremos tu contrato para que puedas empezar a buscar un nuevo club”. Le di las gracias por decirme la verdad. Inmediatamente dejé Amsterdam y me fui a Francia, donde mi familia ya vivía y mis hijos iban a la escuela. En Francia me formé por mi cuenta hasta que me llegó una oferta que me pareció interesante. Después de más de tres años sin club, me llegó una oferta de Las Palmas, de la Segunda División de España. Me fui a Canarias

 

Terminé pasándolo muy bien en Las Palmas. Me gustó especialmente que estaba un poco más cerca de África, con el sol en la cabeza. Allí, en Gran Canaria, mi carrera futbolística ha llegado a su fin de forma lenta pero segura. En algún momento dejé de jugar mucho (suplencia) en Las Palmas. Mi agente trató de encontrarme un nuevo club, pero le dije: ¿Sabes?. Creo que debería parar". Trató de persuadirme para que continuara, pero ya no estaba jugando al fútbol”

 

Quería volver a África, a Camerún, y lo hice. Mi esposa eligió quedarse en Europa con los niños porque allí la educación es mejor. Ahora trabajo para la Asociación de Fútbol de Camerún, asesorando a talentos del fútbol africano para que no cometan los mismos errores en sus carreras que yo. Organizo competiciones en las que pueden mostrarse a los clubes profesionales europeos. También administro un orfanato, en el que paso mucho tiempo. También veo a mis hermanos y hermanas con bastante frecuencia, como en el pasado. Viven cerca de mí. Siempre fue mi plan volver a África. A veces todavía vuelo a Europa, a mi familia, o por ejemplo al partido de despedida de Rafael van der Vaart. Pero mi trabajo en Europa ha terminado. Aquí en Camerún me siento como en casa”

 

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