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Rubén Pulido cierra su colección de goles

El delantero grancanario acaba su trayectoria deportiva a los 41 años en el Teror Balompié, tras siete ascensos y centenas de tantos en las porterías rivales

  • GENTE CON DUENDE
  • 08/06/2021 - 10:52
Rubén Pulido cierra su colección de goles Rubén Pulido, en su reciente etapa como jugador del Arucas (C. Torres)

Manuel Borrego


Siete ascensos en su palmarés deportivo, centenas de goles, dos décadas generando problemas a las defensas rivales, amigos a puñados, equipos propios y ajenos que lo admiran, ... Las porterías de Gran Canaria disfrutan de una tregua porque Rubén Pulido Reyes (18 de septiembre de 1979) ha decidido cerrar su trayectoria deportiva tras jugar su último partido en Preferente con el Teror Balompié.

 

El delantero grancanario confirma a Tinta Amarilla el motivo de su decisión, cuando va camino de los 42 años de edad. "El fútbol es mi vida; aún disfruto de él, de cada entrenamiento. Pero me ha ganado el físico, la salud. He tenido una lesión de rodilla de la que he tratado de recuperarme", expresa. "Intenté seguir un tratamiento conservador, sin operarme, acudiendo al gimnasio como me indicaron los médicos. Esos problemas no acaban y ahora tengo una descompensación con problemas en la espalda. Mi cuerpo ha dicho ‘basta'. Hasta aquí hemos llegado. Lamento tomar la decisión pero pongo como prioridad mi salud a las ganas que tengo de fútbol".


No es la lesión más grave que ha tenido en su largo andar en el deporte. "Las más importantes las sufrí cuando podría haber dado el salto al fútbol profesional, tanto en el Universidad como en Las Palmas Atlético. Pero esta tiene otros condicionantes que he sopesado. Hasta aquí llegó mi etapa como futbolista", admite con añoranza.

El tren Pulido

"El fútbol es mi vida", insiste. "No sólo es jugar, me gusta ir a entrenar. Esa es una de las claves por las que he durado tanto tiempo. Cuando tenía los treinta y tantos me decían los rivales. ¿A ver cuándo te retiras?. Y yo contestaba dentro de diez años ... Decía la verdad".

 

Todo comenzó en el club de Barrio Atlántico, al que acudía desde su casa familiar en Los Tarahales. De ahí pasó al Huracán y ya "en edad juvenil" se entrenaba con el Universidad B con Alvaro Pérez. Pasó al club azulino y en su primer año, los dos primeros ascensos porque compartió también la segunda parte con el Castillo CF que accedió a la Tercera División.

 

El tercer salto de categoría se produjo con el Universidad de David Amaral, a Segunda A. "Jugué mis quince partidos e hice un gol", recuerda con precisión. Luego pasó dos temporadas en Las Palmas Atlético, para seguir en Agaete, Villa de Santa Brígida (dos etapas), Gáldar, ... siguió en San Pedro Mártir donde participó en el siguiente ascenso a Tercera. Allí "coincidí con Maxi Barrera, uno de los mejores técnicos que he conocido" señala.

Desde entonces, Pulido rehusó a seguir jugando en Tercera División por varias razones: "Por la crisis económica general y por el esfuerzo que exigía la Tercera categoría. Es muy dura, sacrificada; no sólo por entrenamientos, sino viajes cada dos semanas, partidos dominicales, ... Un montón de razones que habrían acortado mis ganas de seguir".

 

Después de una temporada en el Guía y regreso a San Pedro Mártir, logró otro ascenso con el Arucas a Tercera. El sexto de la serie lo firma con el Estrella CF de Sardina del Sur, también a Tercera (Sixto Afonso y Juan Uva) donde anota 39 goles en 32 partidos con el equipo de Las Palmitas.

 

En la recta final, tras volver a San Pedro Mártir y Arucas, firma el séptimo ascenso con el Carrizal, a Primera Regional, antes del ciclo final con el Teror Balompié.

El año de los 46 goles

"Mi mejor año con el gol fue el del ascenso con el Uni B y Castillo, porque anoté 46 tantos entre los dos equipos. Media temporada con uno y la otra media con el otro. La campaña con Estrella (39) también me deja un gran recuerdo"

 

Mi mejor gol, en el Insular

"Conozco todas las porterías de la isla. Me guardan mucho cariño. Y yo también a ellas. ¿Mi mejor gol?. No tardo en contestar. Lo marqué en el emblemático estadio Insular con Las Palmas Atlético. Había estado cuatro meses lesionados y en el cuarto partido de la liguilla de ascenso a Segunda B, con abundantes aficionados en las gradas, ganamos 1-0 al Lanzarote con mi gol. Todavía lo recuerdo. Un disparo potente que se metió por la escuadra. ¡Cómo se cantó aquel tanto!. Fue en la portería de la Curva. Era entrenador Quintana Nieves y, su asistente como preparador físico, Toni Ruiz -siempre luego con Mendilíbar-. Marqué muchos, quizás otros mejores, pero ninguno lo recuerdo como aquél".


"Puedo decir que he tratado de ser buena persona a la par que deportista. Por eso tengo un gran recuerdo de todos los clubes donde he militado. Fui sembrando muchos amigos por donde quiera que he jugado. También con los compañeros rivales. Nunca quería ser capitán de mis equipos. Le decía al entrenador que no lo necesitaba, que los árbitros me respetaban por mi forma de ser. De alguna manera era también capitán y me permitían hablar con ellos. Eso describe el tipo de persona que he tratado ser, dando ejemplo a mis compañeros. He ido a entrenar con ilusión cada día. Por eso todos los entrenadores han contado conmigo, porque sabían que lo iba a entregar en el campo" (...) "Hay equipos que todavía me adeudan cantidades por mi anterior paso. No les guardo rencor por ello"


"Esta última etapa ha sido muy dura a nivel personal, porque he tratado de recuperarme para seguir. Me veía con fuerza. Tengo que agradecer al Teror el trato que ha tenido conmigo. Además resalto que como club ha sido ejemplar en esta difícil etapa de la pandemia. Se ha tomado desde el primer día muy serio todo el protocolo: vestuarios cerrados, control de temperatura, medidas anti Covid, ... Todo. Ha sido un club muy profesional en este momento y creo que es justo señalarlo"

Banquillo, pero aún no

"Tengo la titulación de entrenador nacional. Los de mi quinta son Juan Germán Jiménez, Miguel Angel Ramírez -ahora entrenador de Internacional de Porto Alegre-, Padrón, Tito Díaz ... Tengo esa posibilidad. Estuve entrenando a niños aunque fue una experiencia en la que comprobé que algunos padres están confundidos. De momento el banquillo es una posibilidad, que no descarto. Pero quizá ahora no".

 

Pulido asume desde otra óptica su nuevo horizonte. "Pero no desprenderé de la cultura del deporte, de sus valores y de su enseñanza. Traté de transmitirlo y aún lo podré hacer".

 

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