Publicidad

El otro partido

"David García nos ha dado la vida"

  • SEGUNDA RFEF
  • 02/11/2020 - 11:42
"David García nos ha dado la vida" David García, este domingo frente al Marbella (C. Torres)

Manuel Borrego


"David García nos ha dado la vida". La frase no está relacionada con el gol que anotó en la promoción de ascenso y que colocó a la UD Tamaraceite en la final frente a la UD San Fernando. La confesión la realiza entre bastidores el entrenador del equipo grancanario, Chus Trujillo, porque con el jugador que más partidos ha disputado en la UD Las Palmas su equipo ha tomado definitivamente asiento en el contexto nacional.


De la UD Tamaraceite, ahora más conocido para el aficionado general, hay temas para tertulias: La calidad en el compás del juego de David González, los acrobáticos controles de López Silva, la astucia de Asdrúbal Padrón o la profundidad de sus laterales Aythami y Jordan. También, sobre sufidelidad en el juego colectivo, con mecanismos futbolísticos que se prolongan en el tiempo y que han viajado en distintas categorías desde que Trujillo tomó las riendas. Todos esos cimientos, sin embargo, han cobrado mayor sentido con la participación de un jugador que está demostrando una eterna juventud, pero con una sabiduría futbolística que sólo puede aplicar porque las piernas también responden como nunca.


Hace un año, tras salir de la UD Las Palmas, David García realizaba su reaparición en el fútbol en el Juan Guedes. Había perdido entonces el ritmo y le tocaba reconocer una categoría que iniciaba su camino casi dos décadas atrás. Por momentos, era un defensa del montón en el grupo canario, aunque con un nombre que debía defender. Pero tras los primeros partidos y una fractura nasal recuperó ritmo, físico y la intensidad en el juego. Y fue poco a poco marcando diferencias, haciéndose grande en un proyecto ambicioso. Un jugador tan profesional y con tanto cuidado de sí mismo no desaparece tan fácil.


En el salto de categoría ha vuelto aquel zaguero que ha marcado una época en la UD Las Palmas, sin duda. El David de 2020-21 es generoso en todos los aspectos del juego; anticipativo, ordenado y ha recuperado el olfato de la alta competición frente a delanteros de mayor calibre. Es el ancla de todo cuanto está consiguiendo el Tamaraceite, que este pasado domingo encajó su primer gol en partido ante el Marbella. Pero en los 269 minutos restantes, ni agua, sin ocasiones apenas frente a la portería de Nauzet García. El meta tinerfeño es un privilegiado porque posiblemente tiene ante sí coordinando las operaciones al mejor zaguero de la categoría, un comandante que mejora lo que rodea.


Es un momento dulce para el Tamaraceite, con otros nombres de brillo propio tras la primera victoria. Pero David sigue siendo el vigía en el que depositar las llaves de un castillo.