Maikel Mesa: amarillo, tinerfeño y capitán de Las Palmas

M. B.

 

Desde el pasado mes de marzo de 2020, en El Molinón, Pepe Mel no alineaba en una formación titular de la UD Las Palmas a ocho futbolistas canarios. Sucedió en Albacete, donde este miércoles se registró un empate 1-1 y reparto de poco fútbol y puntos.

Y, además, en el tramo final del encuentro pudo contemplarse una imagen ilustrativa en la vida de Maikel Mesa. Por es un amarillo confeso y en el momento de anotar el tanto de igualada en el Carlos Belmonte, el tinerfeño lucía brazalete de capitán.

Los planetas se alinearon en ese instante al estar ausentes en el campo los cuatro capitanes del equipo: Aythami, Javi (relevado por Mel en el choque), Dani (banquillo) y Alvaro Lemos. Estaba en el campo Mesa, que recibió el relevo de manos del gemelo.

A Maikel le ha costado algún disgusto en las redes expresar sus sentimientos como admirador de la UD Las Palmas. Le ocurrió en la pretemporada, después del amistoso en el Heliodoro y tras besar el escudo de los cinco clubes unidos.

Capitanes tinerfeños son escasos en el club, aunque los han habido de notable relevancia. A bote pronto nos acordamos del internacional Felipe Martín o de Luis Saavedra y Julio Durán, en distintas etapas.

La presencia actual de jugadores tinerfeños en el primer equipo o en el proyecto general de cantera de la UD Las Palmas es abundante. En plantilla, además de Mesa tienen ya un rol importante en el equipo Kirian y Oscar Clemente. Y la pasada temporada, ¡qué decir de Pedri!.. La fusión de jugadores de todas las islas ha sido una constante en la historia del club amarillo, especialmente en los años sesenta cuando con jugadores canarios (y gran contribución de los tinerfeños José Juan, Martín Marrero, Justo Gilberto o Gilberto Rodríguez) se alcanzó el subcampeonato, el tercer puesto e, incluso, el debut en competiciones continentales.

 

Tenerife y Las Palmas están más unidos de lo que podrían algunos interpretar. Y ahora Maikel Mesa, con la imagen de Albacete, vuelve a ser pegamento de ese concepto de unión. Al fin y al cabo, de eso mismo se trataba la filosofía de la creación del representativo amarillo.