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... Y por la UD Las Palmas

Tino Luis, el hombre atrapado por el fútbol

  • GENTE CON DUENDE
  • 20/05/2020 - 06:09
Tino Luis, el hombre atrapado por el fútbol Tino Luis Cabrera, en su anterior etapa en la UD Las Palmas (Archivo N.R.)

 

Manuel Borrego


Tino Luis Cabrera (1970, Las Palmas de Gran Canaria) tiene un defecto que nunca podrá corregir. Es un fútbol lover, un apasionado estudioso del deporte que ha atrapado su vida. Se ha entregado a él sin condiciones, por rutas exigentes en las que tampoco pudo quitar jamás la vista a la UD Las Palmas. Ese escudo es su debilidad personal y, en ocasiones, ha sido su propio tormento.

 

Este martes fue Pepe Mel la primera persona con responsabilidad de la UD Las Palmas que, con un mensaje público, le ha dado la bienvenida meses antes de que pueda acceder a cubrir la parcela de la secretaría técnica de la entidad. Y ya es curioso que sea Mel el emisor interno de su llegada porque este será el cuarto episodio en el que vinculan sus trayectorias en el fútbol. Además de haber trabajado juntos en el Real Betis en distintas misiones técnicas, Mel fue el entrenador rival al que Tino Luis se enfrentó en su anterior paso como entrenador de la UD Las Palmas (11 de abril de 2004, contra el Alavés). Y el propio Pepe Mel fue futbolista adversario también en el debut de Tino Luis como jugador de la UD Las Palmas, en un Betis-Las Palmas (3-0, el 10 de mayo de 1992).

 

El nombre de Tino Luis ha recorrido los pasillos y despachos del club en las últimas temporadas; siempre estuvo ahí, en la mesa presidencial con avales de la dirección deportiva y el sello de Toni Cruz. Porque Cabrera es un trabajador nato, incansable y con un cargamento de documentación.


Nunca Tino Luis ha abandonado su vocación de entrenador, pudiendo demostrar su valía con amplitud cuando se puso al frente del Universidad, incluso colocándose por delante en la clasificación final de la propia UD Las Palmas en 2005-06, aunque en el play off el ascenso fue amarillo. No dudó tampoco en acudir más tarde en ayuda de un Vecindario agonizante, donde el salario era la ilusión, o de aportar su saber al Conquense, también en situación económica delicada.


Tampoco parece tener temor a la adversidad. Sus etapas en la UD Las Palmas lo pusieron a prueba. Como jugador, debutó cuando ya el equipo había consumado el descenso a Segunda B en 1992, tras meses de grave crisis deportiva y económica. Afrontó más tarde en el banquillo aquella difícil travesía en la que había quedado el equipo amarillo tras la mano de David Vidal. Y asistió a David Amaral en 2004 siendo testigos ambos de un hecho inédito hasta entonces como fue la destitución de un cuerpo técnico a través de un laudo judicial, emitido por Cobo Plana en la etapa concursal de la UD Las Palmas.

 

La historia de Tino Luis Cabrera está redactada con una lucha constante contra la adversidad, un hombre valiente al que el presidente de la UD Las Palmas, Miguel Angel Ramírez, tiene en estima.


Su ciclo profesional más reciente le ha convertido posiblemente en uno de los entrenadores más documentados sobre el momento actual del fútbol nacional, sin descuidar conocimientos de lo canario. Cada fin de semana Tino Luis ha recorrido el país conociendo todos los rincones futbolísticos y sus protagonistas; de su firma hay informes de rivales (del Betis) y jugadores de valor que pudieran interesar. Kilómetros, trenes, aviones, coches, partidos, ... y luego horas de redacción de informes. Toda esa labor suya rigurosamente ordenada para luego ser procesada por los responsables de las otras parcelas del club.


Y de igual forma lo podríamos encontrar sentado entre el público en el Anexo o en el campo de Los Olivos cuando venía de permiso a su tierra, porque el fútbol no descansa. Ningún jugador en proyección pasa inadvertido en sus valoraciones técnicas.


Quizá él mismo ya no se acuerda, pero cuando era ese joven y dinámico centrocampista que despuntaba en el filial y pisaba por primera vez Barranco Seco con los profesionales, ya mostraba su alma de entrenador. Sus observaciones sobre las cualidades de los compañeros lo delataban. Iba por delante en el tiempo y ahora sus abundantes méritos acumulados le podrán llevar al destino que lleva en su corazón y que es en realidad el mismo inicio del largo camino.

 

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