Las peripecias de Mantovani para ser profesional

B.P.

La increíble vida de Martín Mantovani (7 de julio de 1984), relata Infobae.com al recopilar la andadura personal del defensa central de la UD Las Palmas, al que considera que ha tenido "una vida de película".

Juan Franco Gagliardi recopila los episodios del zaguero argentino que se inició en el fútbol a los 5 años de edad, para luego iniciar su trayectoria federada en clubes como Banfield, Kimberley y San Martín, coincidiendo en este último club con Juan Eduardo Esnáider, aquel jugador del Real Madrid y Zaragoza que triunfó en España.

El día que tomó esa decisión profesional conoció también las profundidades de las calles y la dureza de la vida, que golpeaba su ilusión. En Bolonia, donde trataba de conseguir pasaporte continental europeo, debió quedarse a dormir por un incidente ajeno a él en una estación de trenes. "Encontré una estación de tren que tenía luz y decidí tirarme a dormir, pero luego comencé a escuchar ruidos, gente que discutía. ¡Donde me quedé dormido iban los indigentes! Había gente borracha, me encontré en el medio de una situación extraña" (...) "Agarré el bolso e intenté pasar el rato. Con un cartón me tapé y me hice uno más de ellos. Fue un momento complicado, feo. Una experiencia diferente".

Tras pasar por varios clubes en España, entre ellos filiales del Atlético de Madrid, a Mantovani le salió una oportunidad para jugar en el Tirgu Mures, club de la Primera División de Rumanía donde le hicieron un contrato tras varias semanas a prueba. Pero después de un partido perdido "nos dijeron a los tres españoles que vinieron conmigo y a mí que nos tenían que dar de baja, que nos iban a pagar" (...) "Nos encerraron en una habitación con el director deportivo y un matón. Nos empezaron a amenazar. Fue un momento complicado, nos dijeron de todo", relató.

Por ese motivo decidió rescindir inmediatamente, prácticamente sin conocer los rincones del club, porque "desde que firmé hasta que me fui pasaron 36 horas de agobio, de pánico. Fue complicado, teniendo miedo de no tener el pasaporte, que me roben en el hotel o camino al aeropuerto".

Pero no habían acabado ahí sus peripecias personales. Tuvo nuevas experiencias en España hasta llegar al Nantes, en la primera liga de Francia. Entonces "se me acercó un argentino y me dijo que tenía una oferta. Pidió una reunión con los dirigentes y acordó que en julio se haga la transferencia. Iba a ganar 6 veces más de lo que ganaba y jugar en Primera, era un paso importantísimo. Era increíble".
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Todo era parte de una estafa. "Lo empecé a llamar y no respondía, y a los dirigentes le pasaba lo mismo. Envié a mi esposa a su casa y descubrió que estaba desvalijada, se habían robado todo" (...) "Encontraron documentación falsificada, sellos de clubes apócrifos. Era todo mentira. Todo lo que pasó era irreal, mantuvo la mentira hasta último momento. Durante esa semana bajé 7 kilos, por todo lo que pasó".

Pero todavía no se habían acabado sus pesadillas porque
"el club me señaló como culpable y la gente se la agarró conmigo. Me acusaron de pesetero y de ladrón. Me mataron y me tuve que ir. Fue un momento malo, horrible".

Pero todo cambió en su vida cuando firmó por el CD Leganés, estando en Segunda B. Y tuvo al fin la oportunidad de jugar al más alto nivel profesional, cruzándose con el ídolo de los argentinos. "Vi a Messi en el vestuario. Me saludó como si me conociera de toda la vida y me dijo que se enteró que no jugaba, y se lamentó. Estaba al tanto de todo, me sorprendió mucho. Yo pensaba que ni sabía quién era".