episodio 12

Leña, leones y la única clausura del Insular
02/06/2018

El 2 de junio de 1968 se disputó un polémico encuentro ante el Athletic, de Copa, que provocó incidentes en las gradas, el salto de un espectador y la más dura sanción en su historia a la UD

Manuel Borrego

El episodio XII de la Época Dorada de la UD Las Palmas nos traslada a un hecho insólito en el historial del club grancanario: el 2 de junio de 1968, como consecuencia de los incidentes producidos en el Estadio Insular ante el Athletic Club, se fraguó la única sanción de clausura del estadio impuesta al club grancanario desde su fundación en 1949. Hasta la fecha, la más dura sanción recibida por parte de la Real Federación Española de Fútbol, que obligó a Las Palmas a emigrar para iniciar la siguiente temporada 1968-69.

Ese hecho se produjo tras acabar la Liga del tercer puesto y en competición de Copa frente a los leones vizcaínos. Todo estaba enrarecido en aquel partido de vuelta al que llegaba la UD Las Palmas con un 6-0 en contra, vivido en San Mamés. La afición del Insular rebosó sus gradas, pese al adverso marcador cosechado en San Mamés. Pero los aficionados habían hecho un paréntesis con su enfado días antes para permitir que el homenaje a Ernesto Aparicio, frente al Liverpool no se desluciera por las protestas.

Sin embargo, cuando los amarillos saltaron para enjugar el segundo round eliminatorio frente al Athletic escucharon la opinión de sus enojados aficionados, que no pasaron por alto tan voluminoso resultado en contra en una etapa en que Las Palmas era el tercer equipo del país en la tabla de Primera.

Pero también había algo más en el ambiente. El choque entre grancanarios y vascos, como recuerdan las crónicas de uno y otro lado, resultó duro y, en ocasiones, violentos. El Eco de Canarias no duda en afirmar en sus comentarios que aquella noche en la isla "se repartió leña", mientras el corresponsal de El Mundo Deportivo en Bilbao llegó a afirmar en su información posterior al encuentro que "los leones" habían salido tocados de su "safari" por las Islas Canarias.

Lo cierto es que a la brusquedad del juego se unió otro factor. Hubo lanzamientos de objetos en el segundo tiempo y, por fin, un espectador de Naciente saltó al campo en persecución del colegiado valenciano Vicente Lloris. "Su intención era la de agredir", recuerda con viveza el capitán de los amarillos, Ernesto Aparicio. "Pero no llegó a alcanzar al colegiado. El aficionado lo conocíamos todos: le llamaban El Canelo, era de la Isleta. Era una persona popular en aquella época. Perdió los nervios".

No hubo detención del asaltane y el incidente no paralizó el encuentro que acabó con el marcador 2-0 para los amarillos, insuficientes para alcanzar los cuartos de final de la Copa.

Pero ahí no acabó todo porque tres días después, el Comité de Competición de la RFEF fue contundente con el club isleño. Acordó la clausura de un encuentro del Estadio Insular por los incidentes acaecidos, además de una multa accesoria de 52.000 pesetas (312 euros al cambio hoy).

Siempre quedó la sombra del por qué la RFEF fue tan inflexible en aquel momento con la UD Las Palmas. La medida más contundente en su reglamento era el cierre de los estadios y esta vez se aplicó al equipo que estaba empujando con su fútbol para derribar al Real Madrid y al FC Barcelona en el torneo principal.A día de hoy, la sanción impuesta se recuerda como un lunar negro en la historia del club amarillo. No se había producido antes y tampoco se produjo más tarde, aunque llegó a tener diversos apercibimientos de cierre como medida cautelar o de aviso.

El partido conserva su propia leyenda con los siguientes jugadores:

Las Palmas: Oregui, Aparicio, Castellano, Martín Marrero, Niz, Guedes, León, Justo Gilberto, José Juan, Germán y Gilberto I.

No pudo Luis Molowny alinear a Tonono, que se había dañado en el amistoso frente a los ingleses del Liverpool.

Athletic:Iríbar, Iñaki Sáez (en 1993 entrenador y más tarde secretario técnico de la UD Las Palmas), Echeberría, Aranguren, Aguirre, Larrauri, Lavín, Argoitia, Arieta, Uriarte y Chechu Rojo.

Los goles fueron anotados por el mismo autor en la segunda parte: León (a pase de Germán) y de nuevo León (asistencia de Gilberto I).

Luis Molowny, fiel a su estilo prudente y nada polémico, al ser preguntado por los incidentes que provocaron el bochorno dijo: "Claro que tengo una opinión, por supuesto que sabemos lo que pasó. Pero de eso, no opino".

De esa fecha han transcurrido 50 años y los papeles de ambos equipos han cambiado en el escenario futbolístico español. El Athletic dejó de ser el dominador de Copa desde que pudieron jugar en ella los jugadores extranjeros.

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