"No tenía claro volver, pero sí que quería terminar mi carrera en Gran Canaria. Pero depende de tantas cosas que no pierdes el sueño pensando en ello. Siempre era una motivación porque pensaba que si lo hacía muy bien, quizá podía volver". Taph Savané inicia su segundo ciclo como jugador del Herbalige Gran Canaria. Lo hace después de tres años en el Joventut de Badalona, reanudando la etapa de 2004 a 2012 en el que se convirtió en uno de los capitanes del club grancanario e histórico jugador ya.

"Vengo a acabar, pero no a morirme aquí y desde luego no este año. Vengo a competir, a ganarme minutos, a un equipo que se ha armado muy bien y que viene de una temporada a nivel de Eurocup histórica. Para cualquier jugador es una gran motivación", matiza el pivot que ha podido hablar con Aíto García Reneses "para saber lo que en general espera de mí, y para decirle que estoy dispuesto a todo. No vengo con ninguna expectativa de trato de favor, solo con la expectativa de llegar y tener las mismas oportunidades que cualquiera".

Savané está feliz de su paso por la Penya badalonesa pue "ha sido una gran experiencia mis tres años en Joventut, nunca les podré agradecer lo suficiente y me he vuelto a sentir como hacía tiempo no lo hacía. Ahora estoy ilusionado con esta nueva etapa". Sin embargo, "no había mayor ilusión que volver a mi Granca. Todo dependerá de lo que curre. Si lo haces mal, no jugarás mucho; si lo haces bien, te pondrán en la cancha. Eso es lo único que, como jugador, se puede pedir".

"Todas las formas de salir son raras para gente que lleva un tiempo en un lugar. En el deporte hay decisiones que se deben tomar y quienes lo hacen piensan en lo mejor para el equipo. Siendo honesto conmigo mismo y con el equipo, quizá en aquel momento, tras mi temporada, justificaba el salir. Duele pero luego miras atrás y lo aceptas como motivación para trabajar", confesó.

De inmediato, la ropa de faena porque toca sudar pensando en una temporada que será larga y en cuatro competiciones.